MIGUEL GOIDTE  |  Madrid, 17/07/2011

Con solo ver las Harley Davidson a las puertas de La Riviera se podía adivinar que la leyenda sureña estaba a punto de desplegar sus acordes sobre Madrid. Con un público empitonado y dispuesto a entrar al trapo de los riffs más consagrados de más de cuarenta años de rock, los ZZ TOP se preparaban para dar rienda suelta a sus icónicas barbas.

Sin dilaciones, como un clavo, siguiendo lo previsto, a las nueve en punto Dusty Hill (bajo), Billy Gibbons (guitarra) y Frank Beard (batería) se asomaban a las tablas bajo la cobertura de unos brillantes ponchos con lentejuelas, sus inseparables gafas de sol, sus guitarras de ensueño y esas frondosas protuberancias capilares que los hacen inconfundibles. Más de dos mil quinientas personas que habían pasado olímpicamente de los vecinos del Vicente Calderón, los The Black Eyed Peas, para dejarse toda la adrenalina, enardecieron cuando 'Got Me Under Pressure', 'Waitin' for the Bus' o 'Jesus Just Left Chicago' abrían la Caja de Pandora del repertorio tejano. Billy Gibbons percibió esta adrenalina que fluía entre el público como dirigida por una linterna, decidió quedarse allí durante todo el concierto, y con indiferencia sobre lo correcto o no, nos desplegó toda su simpatía, dotes de comunicador y castellano de supervivencia.

Sin nada que demostrar, por algo son mitos vivientes, fueron creciendo y creciendo hasta llegar al culmen en temas imprescindibles como 'La Grange', 'Gimme All Your Lovin' y una magistral versión de 'Hey Joe' de Hendrix y todo eso sin excesos, con una arquitectura simple y austera, sin artificios ni espectacularidades. Divertidos momentos, la aparición de la palabra "cerveza" en el revés de la guitarra y la de las señoritas que a modo de azafatas pom-pom mostraron palmito con el único objetivo de que el barbudo arrimara un poco de cebolleta en forma de besos tras la entrega de un sombrero.

Buena muestra de rock y blues de la frontera con 'I'm Bad, I'm Nationwide', 'Future Blues' (versión de Willie Brown), 'Brown sugar', 'My Head's in Mississippi / I Need You Tonight'. Más acelerados rockeros y hard en 'Party on the Patio' o 'Just got paid'. Con 'Sharp Dressed Man', 'Legs' o 'Thus' se consumó la bacanal y el cierre de lujo, purito en los labios y con la sensación de haber disfrutado del concierto tanto como Billy del cigarrito. Algo corto, no se llegó a la hora y media, pero suficiente para llegar esta noche, no a la cuarta, sino a la sexta dimensión. Y, si ellos estuvieron a la altura, el equipo de sonido se comportó mejor que nunca, tanto que hasta las guitarras se tunearon para convertirse en animales salvajes y plumíferos y ofrecer un sonido limpio y bien balanceado.

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