JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 01/07/2011

El grupo jiennense ANDARAJE (casa fundada en 1972) es uno de los máximos y más veteranos exponentes de la música tradicional de esta parte de Andalucía. Auspiciados por Joaquín Díaz y seguido de cerca por nombres conocidos como nuestros Lombarda, el grupo de Jódar es ya maestro de maestros. Y además como el movimiento se demuestra tocando, también organizan el festival de folk de su pueblo, que con casi 40 años es ya de los clásicos "de toda vida del Señor".

Su meritoria labor rescatando letras que de otra forma se hubiesen perdido con nuestros mayores la han plasmado en discos y conciertos temáticos como el que ofrecieron el pasado lunes en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada (FEX), que llevaba el subtítulo de "Música profana y religiosa de tradición oral", resumido por el socio fundador Jesús Barroso como de "canciones, oraciones y conjuros". Material que funciona como mágicas pastillas de rabo de pasa contra el olvido casual... o premeditado habida cuenta de la universalización laminadora de la cultura del amigo americano: ¿es posible que un veinteañero conozca mejor el country de cualquier granja de Arkansas que las coplas de nuestra Vega? No sólo es posible sino que es lo habitual. Así que grupos como Andaraje tienen mucho trabajo todavía por delante.

Con una formación cambiante a lo largo de sus muchos años, como hemos comprobado en otras muestras como la Semana de Oralidad o el Parapandafolk (sus habitats naturales), los jienenses, ahora cinco, son un equipo de folclore puro, respetando las sonoridades polifónicas originales de las canciones que han desenterrado en su labor de campo e interpretándolas a cinco voces de una forma muy respetuosa. Para ellos, cosas como la "fusión" suenan tan a manzanilla con anís, como éste a botella que rascar.

Su concierto en el FEX tuvo, como todo lo que hacen, un gratificante tono didáctico, puesto que en sus presentaciones contaban la historia de cada pieza y todos sus pormenores, amenizándolas con anécdotas personales, populares y también chistes antiguos que daban un perfil a lo suyo mucho más asequible y divertido que la seriedad academicista del estudioso folclorista.

Hay mayor nivel de comunicación con los repertorios más mundanos y pícaros (creados para relatar "los sucedidos", relacionarse, celebrar, buscar pareja y no pocas veces caricaturizar a los poderes, políticos, militares, eclesiásticos... y ahí cabe la alegría de vivir a cuerpo entero) pero se centraron en un cancionero encontrado en los alrededores de la iglesia patronal, muchas piezas en su Sierra Mágina, también por las plazas mayores de Murcia y Granada o llegadas en varios casos a través de las hermandades de ánimas y auroros. Cantaron pregones, cantos de ánimas, salves, auroros, canciones de bodas, romances (estos últimos siempre con la picardía y doble intención que hacer sonreír ahora tanto como hace siglos) y hasta rogativas por si falla la mujer del tiempo.

En la presentación dijo el consejero de Cultura Paulino Plata que el FEX era un "lugar de oportunidades para jóvenes talentos", afortunadamente también lo es para los ya menos jóvenes talentos, pero tan necesarios como Andaraje.