JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 03/04/2011

JAVIER KRAHE no necesita presentación. Si de cualquier pastoril cantautora de "neocountryfolk" hay que señalar vida y milagros, "Javieres Krahe" no hay dos. El enjuto y cervantino cantautor madrileño cierra (hoy domingo 3, 21h) en el Teatro Máiquez de Cajagranada la semana 'Abril para Vivir'. Un chute de risas que viene muy bien para encarar un lunes más, y luego los cinco días de después.

- Hace treinta años justos del disco de La Mandrágora, ¿ni por una noche se van a juntar?

- No, para nada (risas). Hay cosas que están muy bien en el recuerdo, donde están.

- Oiga, y en directo, ahora... ¿pitillo electrónico?

- Tampoco, nada (risas), el concierto dura hora y media y ya me aguanto, igual que el público, no voy a ser distinto. Y ya me dirás: ¡ahora se es rebelde por fumar un pitillo! ¡el listón ha bajado mucho últimamente! Me apaño en el camerino...

- Le sacan un corto de cuando era mozo y se organiza una zapatiesta de padre y muy señor mío, frito. ¿Tiene ya hecho el petate?

- La cuestión es que a mí me van a juzgar y llevan ya seis años y no han fijado fecha... primero que acepten esa denuncia por algo de hace treinta años ya es sorprendente; y luego, cuando han instruido la causa, ¿cuanto tiempo va a pasar? Me parece todo un despropósito.

- Hablando de juzgados... Se extrañó mucho de lo del Secadero...

- Ya hablé con su dueño, estaba en ese momento muy arropado y bien de ánimo... Habían apelado y estaba de buen humor, seguramente tenía una mala leche por dentro tremenda, pero aparentemente... se supone que en el Supremo la cosa va a cambiar mucho y ya veo que hay una plataforma solidaria con el tema, está muy bien.

- Desde siempre va con Guereña, Anguita, Andreas... ser músico suyo es más seguro que ser funcionario...

- (Risas) Ya hace 28 años... No se consideran funcionarios porque ellos hacen otras cosas distintas a mis canciones, pero qué duda cabe que si una amistad no se rompe para qué cambiar. Son excelentísimos músicos y mejores personas, así que... mejores no los voy a encontrar. Y además no les he bajado el 5% el sueldo.

- A usted le han censurado por la derecha y por la izquierda. ¿Qué tiene que todos le quieren cortar?

- Laaaa... Pues fíjate que es difícil de explicar porque ¡anda que no soy apacible yo! ¡Si soy muy cívico! Será porque ellos no lo son tanto como yo. Ahora que, van dados porque siempre me ha traído sin cuidado.

- ¿Se imagina ser "número 1" y tener que actuar en campos de fútbol? Como Sabina sin ir más lejos.

- No va a ocurrir, pero porque además de que no vaya a pasar es que voy a hacer todo lo posible para que no ocurra, de ningún modo (risas). A mí no me van a cambiar mi forma de vivir, con la que estoy muy conforme por cierto.

- Una vez le pregunté a él por usted y me dijo que ahí estaba..., feliz, haciendo canciones y jugando cada vez mejor al ajedrez, ¿cómo lleva esas artes de sobremesa?

- Ayyyy ¡qué más quisiera yo! Mira que le he dedicado años pero no progreso, estoy estancado. Como no aspiro a nada y juego sólo para entretenerme pues no avanzo, como en tantas otras cosas.

- Paradojas de la vida: Usted que no hace discos de homenaje ¡van y le hacen uno a traición!, ¿cómo lo lleva?

- Yo me enteré cuando ya estaba hecho, cuando había grabadas 17 canciones y... bueno, no vas a ser tan desagradecido de quejarte... ¡qué hipócrita fui! (risas)... Los muy canallas me lo ocultaron hasta que fue hecho consumado. A día de hoy es muy emocionante escuchar una canción mía en la voz de Morente, y además de maravilla.

- ¿Hecha de menos a Enrique?

- Sí, claro, no éramos íntimos pero coincidíamos un par de veces al año y nos considerábamos amigos (risas). La última vez que lo vi fue en su concierto del San Juan Evangelista (risas). Después del concierto nos saludamos y vi que había cantado, muy sobrio pero con unas botas "atómicas", de tacón, con la punta para arriba y veinte colorines... vamos, tremendas. Y le dije: "Enrique, el concierto ha tenido un problema importante"; me miró alarmado y me preguntó que cuál... (risas)... y al decirle que no se le habían visto las botas me respondió muy serio: "¡los putos monitores Javier, los putos monitores!" (carcajada) ¡los putos monitores!

- Tal y  como está el mundo, se asoma y... ¿hay algo más allá de la primavera que le motive para escribir una canción?

- En realidad mis canciones no salen de ideas, sino de palabras; a mí me gusta el lenguaje de una forma intuitiva: junto dos palabras, luego tres, y a partir de ahí descubro lo que pienso. No las hago con ninguna intención. A partir de esas palabras busco lo anterior y lo posterior, sea hablar de amores, burlas, cosas de la edad o de la sociedad... pero las historias no las tengo en la cabeza.

- Un método muy freudiano de componer.

- Huyyy, no sabe lo que me he ahorrado en divanes (carcajada). Yo, esto, también me lo hago solito.