MIGUEL ANTONIO HURTADO  |  Madrid, 21/03/2011

Gran concierto, magnifica voz, excelente puesta en escena y una TAYLOR SWIFT brillante para un aforo menor del previsto para el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid (en torno a 4.500 personas asistieron). Con la gira 'Speak now', la cantante demuestra que sabe coquetear con el público, seducirlo y arrancarle una ingente cantidad de merecidos aplausos. Un público adolescente encandilado con una convincente Taylor tanto sobre el escenario principal de dos alturas conectadas con una escalera curva con peldaños descendentes de menos anchura a más, por la que descendía como la estrella que es, como en el escenario secundario a modo de tarima frente al graderío principal donde tocaba, ukelele en mano, los melódicos 'Fearless' y 'I'm yours'. La locura cuando para ir de un escenario a otro lo hacia por la propia pista, mezclándose con los fans, estrechando sus manos y regalando sus blancos guantes.

Así, durante la hora y media que duró el espectáculo (con un imperceptible atisbo de bis) concentrado en su tercer y último disco, 'Speak now', pudimos escuchar el cautivador country-pop de Taylor en los temas 'Sparks fly', 'Story of us', 'Back to December', 'Speak now', 'Mine', 'Better than revenge', '15', así como su gran hit 'You belong with me', 'Dear John', 'Enchanted', 'Long live', 'Love story'. Un concierto con la alternancia como bandera: Alternancia de vestuario (lentejuelas y flecos, años 50, blanco satén, minivestido), alternancia de escenarios (doble plataforma, tarima), alternancia de instrumentos (guitarras, ukele y piano) y alternancia de imágenes en la gran pantalla mural, alternancia de temas movidos con sentimentales, y alternancia de piropos y cumplidos bidireccionales entre Taylor y la audiencia. El nutrido grupo de fans que acudió al espectáculo, sin duda, lo disfrutó no sabemos si más que la propia Taylor que, melena al viento, con su inseparable número 13 dibujado sobre su mano y una permanente sonrisa cómplice, daba muestras de estar pasándoselo de miedo.

Una joven artista que no se amilanó por la entrada, muy por debajo de lo previsto, y se volcó aún más si cabe a unos fans que supieron agradecérselo.

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