JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 20/01/2010

Ausente de los escenarios españoles desde hace demasiado tiempo, y de los granadinos en particular desde hace seis años, DOMINIQUE A es en lujo de apertura para el primer trimestre del ciclo Fonorama, que lo trae hoy miércoles 20 al Teatro Isidoro Máiquez.

Recién ascendido a la cuarentena y con la mitad de años en el oficio, Dominique Ané (Île-de-France 1968) es uno de los responsables de que la música francesa esté de nuevo en el mapa internacional con la misma fuerza que los chansoniers clásicos. "El problema es que se ha creado una imagen que asocia la lengua francesa a los grandes compositores de los 60, y parecen insuperables, da la sensación de que nadie pueda mejorar las canciones de Jacques Brel. La única forma es liberándose y evolucionando, experimentando con la palabra y la música", ha dicho en defensa propia, y de amigos y colaboradores como la Breut, Jeanne Balibar, Tiersen, Biolay, etc., que, tomado el relevo a monstruos en tierra de nadie como Lavilliers, enlazan con los grandes clásicos; en su caso por algunas similitudes vocales con Léo Ferré. "El de Ferré, es muy importante pero no creo que sea tan necesario reivindicar esta etapa de la canción francesa, sería como reivindicar sólo los Beatles en la música inglesa. Me gustan los maestros pero también los alumnos", puntualizó.

Libre por encima de todo, Dominique A acaba de publicar en España 'La musique', un disco que no llega solo ya que aparece escoltado por otros tres entregas: 'Le metiere', 'Kick Peplum', y 'Songs over troubled waters', tres entregas paralelas con todo tipo de justificación: "originalmente -asegura- 'La matière' iba a estar publicado tan sólo en Internet, pero mi compañía de me propuso sacarlo conjuntamente", explicó en la presentación de este trabajo.

Ané ha cerrado el círculo regresando al "juapalomismo" de 'La fossette' (1993), y así en su estudio de Bruselas ha preparado este disco, en su dos partes, con el que regresa a la utilización esquemática de la electrónica por encima de otros timbres más convencionales, y que si en 'La musique' ofrece unas canciones, según él "rapidas y concisas", en 'La matiere' ofrece el reverso más oscuro y experimental. En estos cedés hay dedicatorias para el desaparecido Alain Bashung, que ejerció gran influencia en su sonido, y otra pieza (canta incluso en español) a los responsables de su éxito en España, el sello sevillano Green Ufos: "sin ellos, con toda seguridad, no estaríamos hablando ahora mismo", aseguró.

Si en su visita anterior había sacado un disco orquestal y lo defendió (¡y cómo!) él solo en directo, ahora realiza una gira a la inversa, rodando unas canciones menos alambicadas llega con un grupo completo, donde figuran miembros de combos como Télépopmusik y Montgomer, junto con su habitual tecladista David Euverte, con los que cruza España en estos días: "Seguramente exageré cuando dije que me querían más en España que en Francia, por lógica me conocen más allá, pero me gusta tocar aquí porque me libero de la presión literaria que hay en Francia y doy rienda suelta a la música prioritariamente. Siempre he tenido muy buena acogida en vuestro país" y así sigue, porque quedan pocas entradas para su concierto de esta noche (21h).