LUISMI OCHOA  |  Jaén, 12/02/2011

Sin palabras, así es como me he quedado tras el visionado de lo nuevo de los Coen. Se han atrevido con un western, a su manera, eso sí... y su manera es la de siempre, un espectáculo visual, actoral y de una magnitud propia de los grandes elegidos para pasar a la historia del séptimo arte.

Esta vez han cogido el libreto 'TRUE GRIT' ('VALOR DE LEY') de Charles Portis, que ya fuera adaptada en 1969 por el mismísimo John Wayne. Jeff Bridges se encarga de interpretar al impresionante oficial de policía Rooster Cogburn, el cual será el encargado de llevar sobre su espalda y perseguir al culpable de todos los hechos que ocurrirán en este maravilloso western crepuscular.

Hailee Steinfeld resultó elegida, de entre cientos de aspirantes, para interpretar el papel de Mattie Ross, personaje que, aunque parezca simple, es bastante duro. Este emprenderá una búsqueda de venganza por la muerte de su padre a manos de un vagabundo llamado Tom Chaney (Josh Brolin, muy bien otra vez), tras convencer al oficial Cogburn.

Mucho más fiel al libreto original del 69 que su antecesora, ya que éste se escribió desde la perspectiva de una niña de 14 años, los Coen vuelven a demostrar que son capaces de cualquier cosa y elevar lo que se propongan a límites que están al alcance de muy pocos en este arte.

Su manera de presentar los personajes, la trama, la fotografía e, incluso, la música, es de escuela (para los que estén estudiando cine) como reflejan muchos títulos de su filmografía ('Muerte Entre Las Flores', 'Sangre Fácil', 'El Gran Lewoski', 'Fargo', 'El Hombre Que Nunca Estuvo Allí', 'No Es País Para Viejos', etc.)

Yo tengo dudas sobre si Colin Firth se llevará el Oscar, ya que Bridges vuelve a estar a la altura de lo que es, uno de los últimos grandes actores del cine que amamos.

Resumiendo, larga vida al cine, mientras sea con películas como esta gran 'Valor de Ley'.