REDACCIÓN  |  Madrid, 21/01/2010

Producida por Alain Attal y dirigida por Radu Mihaileanu, el 12 de marzo se estrena en España 'EL CONCIERTO'. La película narra cómo, en la época de Brezhnev (la URSS de finales de los 70), Andrei Filipov dirigía la célebre Orquesta del Bolshoi. Pero, en plena gloria, fue despedido. Treinta años después, sigue trabajando en el Bolshoi, pero ahora como limpiador. Una noche Andrei encuentra un fax dirigido a la dirección del Bolshoi en el que el Teatro de Châtelet invita a la orquesta oficial a que vaya a dar un concierto a París. De repente, a Andrei se le ocurre la loca idea de reunir a sus antiguos compañeros músicos, que viven de hacer trabajillos y chapuzas, y llevarlos a París, haciéndoles pasar por el Bolshoi.

A través de la metáfora del concierto, la película habla de las relaciones fundamentales entre el individuo y la colectividad. Para su director, Radu Mihaileanu, "esta metáfora también reside en la propia elección del concierto que se interpreta al final de la película: el Concierto para violín y orquesta de Tchaikovsky. Para mí, se trata realmente de la relación entre el individuo y la colectividad lo que nos remite a la crisis actual. He descubierto que este concierto deTchaikovsky no podía ser armonioso si el violín y la orquesta no eran complementarios: si el violín no toca bien, la orquesta se pierde, y al revés. Los dos son indisociables. La crisis lo demuestra con violencia: la relación entre individuo y colectividad tiene que ser muy fuerte y, para encontrar la armonía, o la felicidad, hay que tratar de tocar lo más al unísono posible".

Uno de los elementos más difíciles en el proceso de realización fue precisamente la adaptación del Concierto de Tchaikovsky a las exigencias de la película. El compositor Armand Amar explica que "fue todo un desafío: partimos del Concierto íntegro, de 22 minutos de duración, para llegar a 12 minutos ¡tratando de evitar queTchaikovsky se revolviera en su tumba! Así que tuvimos que analizar el Concierto en profundidad e identificamos los elementos que se repetían y que podíamos eliminar. En un segundo momento, tuvimos que hacer coincidir los crescendos del Concierto con la emoción que Radu quería trasmitir. Pero sobre todo conseguir que, aún suprimiendo algunos compases, no chocara musicalmente".

El protagonista, Andrei (interpretado por Alexei Guskov) es un personaje herido por la culpabilidad. "Es el mejor regalo que he podido recibir como actor de los autores del guión y del director", resume el actor. "Lo que marca la diferencia entre un hombre y un animal es el sentido moral. Y en este sentido moral también cabe el sentimiento de culpabilidad. Los papeles así son tan poco frecuentes que ni siquiera sé cómo interpretarlos. Y ahora, le toca al espectador juzgar si lo hemos hecho bien o no".