JUANMA CANTOS  |  Madrid, 15/12/2010

Es uno de los artistas de reggae con una de las carreras más amplias y brillantes. HORACE ANDY estuvo por España nuevamente y la sala Heineken de Madrid fue una de sus paradas, una sala que no se llenó, como cabía esperar, para recibir a uno de los personajes fundamentales del roots reggae mundial. Ahí es nada...

"Sleepy" Andy es uno de los rastafaris más venerados y reconocidos internacionalmente, quizá incluso lo es más por sus colaboraciones con Massive Attack que por su completísima y destacada discografía, desde los sesenta en el mítico Studio One, o que por su influencia sobre todos los músicos jamaicanos o foráneos que le han sucedido en el tiempo. Se trata de una auténtica joya que, por desgracia, es sólo valorada en su verdadera magnitud por entendidos (o, al menos, amantes) de esta música, pero que cuenta con absoluta indiferencia por los que no lo son... Cosas de "lo minoritario" y "lo no comercial".

Tras la protocolaria intro de presentación y pleitesía hacia el líder a cargo de una banda tan internacional (franceses, británicos...) como bien engrasada y eficaz, la Homegrown Band, en la que destacó sobremanera su sección de vientos, hizo presencia Horace Andy. Con su mera salida al escenario, el jamaicano encendió los ánimos y recibió la acogida que un tipo de su categoría e interés merece.

Horace Andy hizo un completo repaso a su carrera, sobre todo a sus milestones iniciáticos, con un medley de entrada que sintetizaría esta intención revisionista de su concierto, al que siguieron temas imprescindibles en su estilo como 'Do you love my music', 'Problems', 'Man Next Door', 'Money', 'Elementary', 'Skylarking' (tema de 1972 que lo llevó a la cumbre del reggae en su Jamaica natal), la también de la época 'Every Tongue Shall Tell'... todos ellos materializados con absoluta maestría, gracias a una voz prodigiosa y muy bien conservada, agrietada lo justo por "buenos aromas" y a una banda espectacular que lo arropó perfectamente, al quite cuando se necesitaba y, siempre, siempre, dando espectáculo y haciendo bailar sin parar a los que allí estábamos.

Aumentando la potencia de su propuesta, sin dejar un segundo de respiro, "Sleepy" fue cediendo protagonismo a los músicos que le rodeaban en canciones como 'Natty Dread A Weh She Want', 'Spying Glass', 'Zion Gate', 'Cuss Cuss'... lo que podría ser un auténtico "the best of Jamaica" en vivo. Eso sí, no hubo ni rastro de su último disco, 'Serious Times', producido por Andreas "Brotherman" Christophersen. Quizá en su próxima visita...

Para los bises, llevó a su terreno el 'Hymn of the Big Wheel' de Massive Attack y cerró con otro recuerdo de su pasado con 'Leave Rasta'. Un concierto para no parar de bailar. Un doctorado en roots reggae en hora y pico.