JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 18/01/2010

Cuando llegue el apagón analógico no se van a sentir solos, ya que este grupo tiene una notable tropa que le sigue a donde va, capaz, como el pasado viernes, de llenar una sala hasta rozar la incomodidad. Se trataba de presentar su 'Apueste la vida' en un programa compartido con el cantautor Lukah Boo, y el estreno estuvo a la altura de este grupo; resumiendo: fueron breves, ni siquiera agotaron el tiempo "oficial" de la sala, frondosos, ricos y orquestalmente muy completos.

La grabación de este debut (tras varias apuestas menores) ha sido un trabajo complicado de estudio para conseguir que un sexteto suene con la exuberancia caudalosa de una Big Band, vocalmente parezcan por momentos un coro y cada bit esconda mínimos camafeos de orfebrería sonora. A priori un trabajo difícil de reproducir en concierto, pero que ellos sin la red de las regrabaciones ni los trucos de laboratorio se atrevieron a intentar, con una lograda y convincente aproximación.

Caleidoscópicas piezas de estira y encoge, como 'La siesta del guerrero', 'Frank de Winne' o 'Regreso al centro de la tierra', que sonaron en la primera parte, son buenos ejemplos de la intenciones de este grupo. Remiten a nombres que quisieron engrandecer las dimensiones del concepto del pop, como aquellos Arthur Lee o Wilson enloquecidos soñando las proporciones míticas de 'Forever Changes' o 'Pet Sounds', o un George Martin poniendo boca abajo cintas o estudios completos para lograr "ese" sonido y no otro. Un viaje mágico y misterioso que sugiere la mejor banda sonora para las andanzas por Wonderland de los personajes alucinados de Lewis Carroll.

No es fácil lo suyo, contra semejantes pretensiones de espesura se han estrellado muchos otros, confundiendo bosque con caótica selva, incapaces de plasmar con un poco de orden y concierto tanta densidad. ANA LÓGICA, que incluso cantan "hazlo sencillo y ve directo", en ocasiones también añaden más de la cuenta resultando pasajes demasiado iguales al oyente, pero en general maniobran con gusto, perspectiva y mesura, dando brillo pero sin llegar a cegar. Rememoraron a los Beach Boys (y explícitamente sus chicas y sus playas...) llevándose a su terreno el 'Do it again' y finalizaron la faena con una de sus piezas más logradas: el ondulante espaguetti pop de 'Sombrero tejano'. Apueste por ellos, incluso la vida, lo hará sobre seguro.