ARTISTAS, GRUPOS...:
Lagartija Nick | Antonio Arias | Víctor Lapido | David Fernández | José Ángel Arias | Morten Jespersen | José Val del Omar
GÉNEROS, ESTILOS...:
SALAS, FESTIVALES...:
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía | MNCARS
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Chesapik | Lizard | CBS | Sony Music
La experiencia, más que simple concierto, resultó una intrigante mezcla de crudeza musical, tendencia a epatar pero sin llegar a la asfixia sonora que impregna al disco.
Los granadinos de LAGARTIJA NICK le han cogido el gusto -afortunadamente- a esto de "revisionar" trabajos de su amplia discografía. Ya lo hicieron con 'Inercia' y ahora repiten con 'Val del Omar', primero y último de los discos de la "trilogía" para CBS Sony. De todos es conocida la fascinación de su líder, Antonio Arias, por su paisano José Val del Omar, el genio "a lo Da Vinci" del pasado siglo, avanzadilla de las vanguardias hispanas y que, en estos días, hasta el 28 de febrero, y bajo el título de 'Desbordamiento de Val del Omar', puede ser revisado -o descubierto, quién sabe- en su extensa y variada obra gracias a una exposición que tiene lugar en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de la capital de España. Y, precisamente, ése fue el marco en el que los granadinos traían el pasado jueves las canciones de su particular homenaje a Val del Omar para volverlas a mostrar al público del "foro".
Para esta gira, que, por cierto, esta misma noche llega a Jaén para clausurar el Festival de Cine Documental de la ciudad andaluza, Antonio Arias cuenta con el añadido de Jesper Mortensen y José Ángel Arias, manejando ordenadores, sintes y efectos sonoros que, junto a las proyecciones a fondo de escenario, dan sentido y brillantez a la experiencia "sónica" y visual del espectáculo. Recuperan para estos conciertos a un baterista con gran pegada como es David Fernández, artífice en directo de que las músicas de MAR Pareja suenen con potencia y sin concesión, como demostró sobradamente en el concierto del jueves, mientras que Arias regresa al bajo dejando todo el protagonismo en las guitarras para exhibir su propia personalidad a Víctor García Lapido.
La experiencia, más que simple concierto, resultó una intrigante mezcla de crudeza musical, letras mesiánicas y tecnológicas, tendencia a epatar pero sin llegar a la asfixia sonora que impregna al disco, y una envolvente de efectos de sonido y visuales muy cuidados que la hacen única en el panorama actual.
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Prometemos no ponernos pesados... ;)
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