ARTISTAS, GRUPOS...:
Esperanza Spalding | Leo Genovese | Richie Barshay | Olivia De Prato | Jody Redhage | Lois Martin | Leala Cyr
GÉNEROS, ESTILOS...:
SALAS, FESTIVALES...:
Festival de Jazz de Madrid | Teatro Fernán Gómez
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Esperanza presentaba su nuevo trabajo, 'Chamber Music Society', tercero ya en su carrera, y que supone una nueva vuelta de tuerca con su mezcla de jazz, música de cámara y músicas brasileñas.
Es, sin duda, una de las mayores estrellas emergentes del jazz y derivados de la escena mundial. Jovencísima, con 26 años recién cumplidos, pero con un carisma que ya quisieran para sí muchos músicos de la vieja guardia, ESPERANZA SPALDING llegaba al Festival de Jazz de Madrid creando una enorme expectación que se vio reflejada en un lleno total en el Teatro Fernán Gómez para el concierto que acaba de terminar hace unos minutos.
Esperanza presentaba su nuevo trabajo, 'Chamber Music Society', tercero ya en su carrera, y que supone una nueva vuelta de tuerca con su mezcla de jazz, música de cámara y músicas brasileñas. En su nuevo trabajo, las composiciones de Esperanza Spalding se ven enriquecidas por la aportación de los arreglos de cuerdas y, en lo en lo relativo a las percusiones y a los tramos vocales, se muestran cuidadas y estudiadas hasta el mínimo detalle. Como también -y aún más- cuidado y estudiado ha sido el directo de esta noche, un directo cuyo resultado, en profundidad y amplitud de lo escuchado, en intensidad, en riqueza de matices y texturas, en libertad de vuelo -contenida, eso sí- para los músicos, en convicción a la hora de ser interpretado, ha ido más allá que el propio disco. En resumen, un concierto absolutamente brillante en el que la joven de Portland ha salido -valga el símil taurino- por la puerta grande. No es para menos.
Desde el propio comienzo del show se pudo ver ese cuidado en los detalles de los que hablaba hace un momento, unos detalles plasmados hasta en la puesta en escena: Esperanza entraba por un lateral del escenario, se sentaba en un sillón situado junto a una mesa camilla, encendía una pequeña lámpara situada sobre ella, abría una botella de vino tinto, se servía una copa, se quitaba la chaqueta, se descalzaba y se dirigía hacia el centro del escenario para, de una manera tan teatral como intrigante, arrancar el concierto, al igual que su último disco, con 'Little Fly', mostrando desde el primer momento la importancia que el trío de cuerda (el violín de Olivia de Prato, la viola de Lois Martin y el violonchelo de Jody Redhage) tiene en los arreglos cuasi orquestales de las composiciones de su nuevo disco y en su materialización en el directo. No es nuevo el utilizar cuerdas en el jazz, pero sí hay que reconocer que la banda de Spalding las usa en su directo de una forma sobresaliente y enriquecedora.
Pero pese a la brillantez de los músicos que la rodean, ella es la verdadera protagonista en el centro del escenario y acapara las miradas y la atención de quien escucha. Esperanza toca el contrabajo con una maestría que le llevó a ser, con sólo 20 años de edad, la profesora más joven de la historia de la mejor escuela de música del mundo, el Berklee College de Boston, manejando su instrumento con una soltura descomunal que la hace sacar notas insospechadas, moviéndose por escalas imposibles para otros compañeros de profesión. Pero es que, aparte de esto, canta de maravilla. No tiene una voz privilegiada, pero sabe sacar de ella un scat muy personal y delicado, puramente racial pero de alta escuela, que evita caer en estereotipos y que se ve perfectamente secundado por el piano de Leo Genovese. Utiliza su voz como un instrumento más, como un arreglo más, logrando enfatizar la parte "brasileña" del todo, pero sin perder el faro de guía de la tradición vocal puramente "afroamericana" del estilo, como se pudo escuchar en 'Chacarera', tercero de los temas del set list, que Esperanza inició percutiendo la madera de su contrabajo para, acto seguido, ponerse a bailar y ceder protagonismo a sus músicos antes de volver a centrar la atención sobre sí misma y terminar el tema dejándonos un extenso y sofisticado solo.
Con tales muestras de excelencia se hacía más fácil versionar de una manera tan particular y acertada el 'Wild is the wind' de David Bowie, o, incluso, poner letra a 'Short and Sweet', regalando los momentos más íntimos, más "de cámara" e incluso más boppers de la noche, todo en uno, silbando la melodía, dejando espacios para el lucimiento de las cuerdas y arrancando con fuerza el tramo final del tema para mostrar que ella también sabe sobradamente que el jazz no es sólo delicadez y concisión, sino también furia y alto voltaje a través de la improvisación.
Para volver a la calma, Esperanza tomó asiento y sonó 'Apple Blossom' en una interpretación calmada y cálida que mejoró sobremanera lo grabado en su disco, para continuar con 'Inútil Paisagem' y, junto a su corista, Leala Cyr, dejar una nueva y clara muestra de las capacidades vocales que posee, respondida por el público con la mayor ovación de la noche.
Encarando ya el final de la actuación, 'Winter Sun' y una revisión centrada en lo vocal de 'Really Very Small' sirvieron para redundar en todo lo anterior y para terminar de llevarse al público de calle.
La norteamericana agradeció la respuesta de los presentes con dos regalos en forma de bises: 'Look No Further', que popularizara Nat King Cole, con el único acompañamiento de la caja de Richie Barshay, y 'Fall In Love' de su disco de 2008, a dúo con el piano, y con ello cerrar casi dos horas de disfrute para los oídos.
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Prometemos no ponernos pesados... ;)
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