JUANMA CANTOS  |  Madrid, 28/10/2010

Nominado en once ocasiones a los Grammy, JOHN HIATT es uno de los pesos pesados de la "Americana". El cantante y compositor de Indiana visitaba anoche la sala Joy Eslava de Madrid con la excusa de la presentación de su nuevo disco, 'The open road', si bien su concierto estuvo basado en temas clásicos de su extensísima discografía, toda una brillante enciclopedia de la música tradicional de los Estados Unidos.

AINARA LEGARDON abrió para el norteamericano y se enfrentó en solitario en el escenario al "mal del telonero": La falta de silencio y de atención de un público que iba entrando poco a poco a la sala-teatro de la calle Arenal. La habitual sutileza de la vasca a la hora de encarar su elegante, magnético y enrevesado repertorio, que necesita, precisamente, de ese silencio y de esa atención para ser plenamente disfrutado, se iba convirtiendo poco a poco en un pulso en el que la distorsión de su guitarra se incrementaba con el minutaje, llegando a momentos catárticos cuando rescató su 'Forget just anything' de 'In the mirror', antes de despedirse con la nueva (aunque ya conocida de conciertos previos) 'Before waking up'. Su actuación estuvo basada en temas que estarán incluidos en su inminente disco que pondrá en circulación Aloud Music y, por lo escuchado, el sucesor de 'Forgive me if I don't come home to sleep tonight' tendrá un carácter más agresivo en las guitarras. Lo esperamos con impaciencia.

Como también se esperaba la visita del de Indianápolis a nuestro país. John Hiatt llegaba a Madrid con su combo para presentar, como hemos dicho, 'The open road', trabajo editado a principios de año por el sello New West. Lo de Hiatt fue un excelso repaso a la música tradicional americana, desde un punto de vista eminentemente rockero. La personalísima y aguda voz del enjuto norteamericano brilló -¡y de qué manera!- en un entorno propicio, montado pieza a pieza, nota a nota, por la fantástica banda que le rodeó.

Con puntualidad británica, Hiatt salió al escenario con ganas de convencer y, para ello, atacó desde el inicio con un himno como 'Drive South' con el que consiguió poner "en pie" a su público, para continuar con el listón bien alto con otro de sus temas clásicos, 'Perfectly Good Guitar', guiado con maestría por el elegante bajista de impecable camisa blanca y colorido instrumento, Patrick O'Hearn.

El tercero de los temas del set list, 'Crossing muddy waters', de su disco homónimo de 2000, sirvió al guitarrista de Nashville, Doug Lancio, para lucirse también con la mandolina, dejando los momentos más cercanos al country primigenio de todo lo escuchado. 'The open road', tema que da título a su último disco, fue el siguiente en ser interpretado y, prácticamente, la única aproximación a las nuevas composiciones de este americano de pura cepa. Cambiando la acústica por la eléctrica, Hiatt se soltó y comenzó a mostrar en toda su extensión sus dotes como cantante, algo marca de la casa que se hizo más evidente en 'Master of disaster', composición que Hiatt dedicó en su presentación al productor, pianista y cantante, natural de Memphis y fallecido el pasado año, Jim Dickinson, a quien presentó como un hombre con muy buen humor, haciendo hincapié en la anécdota de que en su epitafio hizo escribir "I'm just dead, I'm not gone. (Estoy muerto, no me he ido)".

Hablador y simpático en las presentaciones, Hiatt también comentó que le gustaban las tapas cuando presentó la siguiente de las canciones de la noche, 'The Tiki Bar is open', un alegato a la desesperación y al sosiego en el que el combo firmó los momentos más swing de todo el concierto, con sendos solos de bajo y batería que resultaron una perfecta antesala a los juegos vocales de agudos imposibles del líder de la banda.

De ahí en adelante, el cuarteto alternó diferentes estilos, plenamente yankees, como el blues de 'My Baby' o el acercamiento al pop-rock bailable de la celebrada 'Cry Baby' y de 'Your dad did', incluida su álbum de 1987, 'Bring the family'.

Encarando la recta final del show, John Hiatt se atrevió con la balada 'Feels like rain', para continuar con otro de sus temas "franquicia", 'Slow Turning', e ir rematando la velada entre delicados slides con 'Lipstick Sunset'.