JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 25/10/2010

Camino de los treinta años en la brecha y reducidos a dos los miembros originales, OBÚS está siendo objeto de una atención durante otros años inédita: presencia en los medios punteros, telediarios, "buenafuentes"... El péndulo de la ley que gobierna este mundillo está de vuelta y ellos dispuestos a columpiarse de nuevo. Lejos quedan los tiempos en los que llenaban una y otra vez el Pabellón de Deportes del Real Madrid (que ya ni existe), pero, pudiendo explotar unos años más la abulia "rebañaorzas", como se dice por la Granada serrana, como hacen tantos otros ilustres (o no) veteranos, resulta admirable la entrega de Fortu y los suyos.

La última vez que anduvieron por aquí tuvo que venir la policía a bajarlos del escenario, porque, a pesar de que llevan miles de conciertos entre pecho y espalda, el oficio no puede con el gusto y se lo trabajan, largo e intenso (¡dos horas!), mereciéndose los aplausos que les regaló un público, sorprendentemente más joven de lo pensable a priori, que medio llenó la sala El Tren.

Tras haberles escuchado en directo no menos de quince veces, uno no termina de concluir hasta qué punto el humor es una parte esencial o accesoria en los madrileños: el divertido delirio de algunas de sus letras, de muchas de sus poses, el sobreabuso de estereotipos, etc., sugieren unos muy sanos niveles de autoironía y un puntillo, no sé si de saludable caricatura. Por supuesto que junto con una ejecución impecable, unas facultades casi intactas (Paco Laguna es una máquina con toda la cuerda dada, y aunque Fortu ya no rompe vasos con los agudos, cuando sube te deja pitando los oídos, y una esforzada puesta en escena, con sus decorados, telones, coreografías y todo.

Desde el primer momento, con ese 'Corre Mamón' de su último disco, la conexión fue total, tirando del afecto acumulado pero también de un trabajo impecable. Obviamente, a estas alturas, tienen el programa ya hecho con la lista de obligatorias, pero en la relación están bien representadas las novedades ('Cállate', 'Que te jodan', 'La Ronda'... posteriores todas a su resurrección en 2006), acompañando a los "oldies" preceptivos, que como 'El que más', 'Te visitará la muerte', 'Autopista', 'Dinero, Dinero' o la siempre desternillante 'Vamos muy bien' no pueden faltar en un set de Obús, en tiempos un concierto del primigenio metal español y ahora una fiesta de robusto y trotón hard rock. El tiempo pasa pero al Obús le queda todavía mucha pólvora que estallar... "¡Prepááárate!"