JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 16/10/2010

Con una voz dolorida, perfecta como vehículo de comunicación emocional, el gallego IVÁN FERREIRO ha labrado una apreciable carrera desde que cerró su etapa al frente de Los Piratas, su primer grupo y al que el éxito le llegó tarde. El vigués prefiere dar pasos tranquilos y así acaba de sacar 'Picnic extraterrestre', su quinto disco, que trae todavía caliente hoy sábado 16 en la Industrial Copera de Granada (22h) precedido por los malagueños de El País Musicano.

- Acaban de descubrir un planeta posible para la vida humana, ¿nos vamos de picnic?

- Nos coge un poco retirado, a veinte millones de años luz... tenemos que poner a punto las bujías, pero sí, es un buen momento para irnos. Creo que más facil será que ellos vengan a abducirnos, que debe ser la leche, pero supongo que no deben tener el más mínimo interés en nosotros.

- Sobre todo si ven la tele para hacerse una idea previa. Cuando usted la enciende, ¿se siente muy marciano?

- La televisión sirve para normalizar... hemos llegado a un punto donde tenemos a personajes de ficción que son reales... algunas cosas que se escuchan, como las declaraciones del marido de Belén Esteban, son de otro planeta.

- Unos paisanos suyos (Siniestro) aseguraban que el mejor seguro de vida era no achicharrarse con un éxito masivo, ¿mejor un perfil intensamente medio?

- Sí. Ofrece muchas cosas que son mejores a la larga. Para tener una carrera larga, demasiada presión es perjudicial porque la música tiene que salir de dentro, de la tranquilidad y las emociones. Yo he apostado por este tipo de carrera y espero seguir con ella.

- Miguel Ríos acaba de despedirse... ¿se ve a los 67 haciendo algo parecido?

- Yo en Miguel Ríos veo un ejemplo a seguir. Lo de ser joven en un escenario es una tontería; él nos ha enseñado a envejecer en la música, a tener menos energía pero tener otras cosas. Miguel es el primer roquero que llega hasta la puerta de salida, y eso está muy bien porque enseña el camino. Espero llegar con una décima parte de lo que él tiene. Estoy aprendiendo a hacerme viejo para morir a los ochenta en un concierto, en Granada por ejemplo (risas).

- Y hablando de paisanos... ¿Qué hace con usted Pablo Novoa?

- Pablo es un ser impresionante que bajo una apariencia moderada y casual, tiene una capacidad musical y humana increíble.

- Canciones como 'Cabaret' o 'Fahrenheit 451' parecen realmente cabreadas... ¿así está el patio?

- No necesariamente, pero entre las vidas y las viditas que tenemos alrededor hay momentos muy oscuros y terribles. Hay normalidades que son muy marcianas, porque en el fondo no nos comprendemos mucho los unos a los otros, de eso va este disco.

- Asegura que pretendía ser de ciencia ficción, pero sus historias no son de aliens por las tripas sino que se mueven en unas órbitas muy domesticas, reales y de a pie...

- Esa es la ciencia ficción que nos gusta, la que no tiene naves espaciales ni alienígenas... En verdad era ficción, en el sentido de buscar alrededor para ver qué le pasaban a los demás, y nos dimos cuenta que había muchas cosas que se descontrolaban, y pareció que podía ser explicable desde la ciencia ficción más real.

- Y cercanas, este disco es para escucharlo de muy cerca, ¿funciona mejor en espacios próximos que en la distancia festivalera?

- Hemos hecho algún festival, pero en general siempre hemos tratado de que el directo no se parezca mucho a lo grabado, así en el caso de 'Picnic' hemos ido deformándolo a la fuerza. Pero ahora empieza el horario de invierno, y afortunadamente nos tocan salas. Pueden entenderse muy egoísta lo que digo, pero a una sala vienen para verte a ti y sólo a ti, y estableces una relación diferente, es un gustito cómo te cuidan.

- Algunos compañeros, como Calamaro, se están dando de baja de las redes sociales... ¿comparte eso de que la vida es demasiado corta para pasarla ante la pantalla?

- Sí y no, entiendo lo suyo porque él es muy extrovertido y quiere hablar de todo, y cuando lo del debate taurino/antitaurino terminó agotado. Personalmente reconozco que coincide que cuando tengo más vida ni siquiera lo enciendo.

- Nada más empezar el disco señala "todas la canciones que quedan por cantar", ¿cómo serán la suyas?

- Espero que sean emocionantes. Cada día estoy más por esa labor, y como he escrito muchas y necesito sorprenderme y mejorarme, el control de calidad creo que funciona. Estoy aprendiendo a ser un "popero viejo".

- Y hablando de poperos y roqueros "seniors": se reúnen desde Led Zeppelin o Police a Barón Rojo... ¿habrá alguna vez Piratas "terceras partes"?

- Nunca se sabe, pero de momento es difícil. Son de esas cosas de la vida que tienen su momento y por ahora no es éste.