JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 04/10/2010

Cuenta la (mala) leyenda que los músicos son individualistas e insolidarios por encima de todo, sin embargo hay hechos que niegan la mayor y demuestran que, o no lo son, o esto ya no es lo que fue. Una docena de grupos, incluso sin anunciar, se dieron cita en el anfiteatro de Maracena en el ya denominado por aclamación popular "Patilla festival": más de ochenta músicos, un centenar de personas si contamos la parte técnica, se ofrecieron a tocar y trabajar gratuitamente esa noche para que un compañero, Luis Landa, pueda ser un poco más feliz. Y unas 3000 personas pagaron su entrada para que Luis pueda adquirir una pierna ortopédica que le permita seguir su carrera como percusionista. Si la memoria no me falla nunca en Granada ha habido precedentes, ya que siempre ha aparecido alguien, técnicos, productores, etc., que se han llevado la "mordida", y aquí no cobró nadie: ¡hasta los camareros fueron los propios familiares del homenajeado!

Ni que decir tiene que nunca tampoco ha habido un backstage tan apretado, porque a los grupos confirmados se unieron otros por sorpresa y cuenta el protagonista que otros tantos se han quedado fuera por imposibilidad horaria. Semejante generosidad hace trizas el nombre oficial del evento: MALAFOLLÁ FESTIVAL. Y muy a su pesar la noche tuvo otro protagonista, el Patapalo, local que fue arrasado en la noche de huelga, y su propietario (un conocido músico que también tocaba esa noche) enviado al hospital apaleado; la mayor parte de los grupos mostraron su solidaridad vistiendo camisetas con el logotipo del bar.

Abrió la noche la siempre animosa pandilla del Combo de la Casilla, en una noche que duró desde las 20h hasta la cuatro de la madrugada. Siguieron Microjachís y la Barca de Sua; para cuando salió Maüi con sus Sirénidos el ambiente era ya notable, que con Ténnica (uno de los grupos de Landa) y la (nueva) Elastic Band tocó techo rozando los tres millares de presentes. Fuera de programa se dejaron ver y escuchar Hora Zulú, en una inédita versión "flamenca" con el apoyo de la mitad de Sonido Vegetal (con Paco Luque después) que no serían la última sorpresa, ya que Demiurgo en plan desenchufado quisieron participar también y la tropa de Sambiosis rompió sus tambores en mitad del anfiteatro (¡el único anfiteatro del mundo desde que los inventaron los griegos donde no se puede sentar nadie!). En la recta final llegó el bullicio y el desmadre: Son de Nadie (en plena reconversión), Eskorzo (imponentes) y los energéticos Alpujarra Libre son un paquete infalible para gastar suela y quemar calorías, incluso en dosis pequeñas de veinte minutos.

Tenían previsto terminar con un 'Pata palo' de Kiko Veneno, coral, en plan "live aid-venid y vamos todos", pero eso sería mucho después de las cuatro de la mañana, cuando el arriba firmante terminaba su jornada laboral.