JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 22/06/2010

Para los habitantes del final de siglo pasado, 1984 era el año, el número control como cantaron los TNT; un cuarto de siglo después la formación (casi) original vuelve a grabar aquellas canciones, y a tocarlas en el mejor (hasta la fecha) concierto que hayan dado nunca. Fue en el Planta Baja, con tres cuartos largos de entrada, gente de época, y mucho más jóvenes, y en pantalla un grupo que parecía bien entrenado con un repertorio que parece merecer una segunda oportunidad, aunque en este mundillo a veces no exista ni la primera.

Los TNT fueron un grupo fugaz y de referencia, se adelantaron al bronco rock radical, y aunque su lenguaje más sofisticado no les hacía muy asequibles para las masas más simples y "calimotxeras", precisamente esa parte más lírica mantiene mejor el tipo y en su abstracción hasta pueden ser tarareadas hasta por militantes del nuevo "Partido Popular Obrero Español", si bien escupitajos como 'Cucarachas', directos a los bajos como una patada, lamentablemente siguen teniendo el mismo sentido que hace treinta años porque todo-sigue-igual, si no peor.

Con un sonido intachable, el punk se les queda chico teniendo en cuenta que la perfección no parece atributo del sector. Se les escuchó trabajados (otra cosa que tampoco es muy punk) en los arreglos, y obviamente con mayor sabiduría sonora. Hubo lo de siempre ('Eusroshima', 'Guernika', 'Sin futuro', 'Gilmore'...); distinto como una adaptación de Morente y otra de los malogrados jienenses Conservantes Adulterados ('Situación límite'); y también relativamente nuevo ('Eclipse'), con un lenguaje tan "Lagartija", que recuerda que Jesús Arias es familiar "negro" de su hermano. Entre amigos recibieron el apoyo acústico de Quini Almendros para 'El jardín' y 'En un sueño', y de Antonio Arias para un final estelar a todo 'I fough the law'.

Lucharon contra la ley... y perdieron; un cuarto de siglo después puede que no, habrá que comprobar el género de ese rehecho 'Manifiesto Guernika' para ver si hay futuro.