JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 12/01/2010

Estrenamos año pero, el viernes, la Who parecía un regreso al pasado tanto como las nuevas ordenanzas municipales resucitan la ley de peligrosidad social: lo que sonó rememoraba lo que se escuchaba (y también cómo se escuchaba) en primeras fases del rock en nuestro país, y si además animaba/agitaba el "Mariskal" Romero, nuestro Wolfman Jack particular, uno volvía de nuevo a revivir el rock catacúmbico de clubes (entonces se llamaban así) como el legendario MM madrileño. Tanto SNIPER ALLEY como 5 DUROS podrían haber figurado en aquel primer volumen uno del 'Viva el rollo' (con Burning, Moon, Volumen, Indiana, etc.) estimado como piedra fundacional del rock ibérico.

Los tremendos Sniper Alley, trío bronco y distorsionante donde lo haya, reviven las mejores páginas del rock sin calificativos, "erroceka" a secas, siendo el eslabón resucitado entre Blue Cher o Grand Funk (son alumnos de sus alumnos) y Motorhead: todo un dolor de cabeza para cualquier concejalillo de cultura. Si su disco es energía bruta de 380 voltios, en directo rozan la electrocución total. Tras reducir a cenizas a ZZ Top ('Fandango') se despidieron con 'Elvis bones', nada más apropiado en la noche en que sus huesos (estén con chicha o no) cumplían los 75 años.

Tras el show de Vicente Romero, tan regalón como de costumbre (discos, revistas, pegatinas…) la pícara 'Tu novia me ha dejado' sirvió de introducción a los titulares de la noche, 5 Duros que estrenaban dentro del jaula de la Who su posavasos '12 Cortes'. Vistos ya en escenarios grandes, en los mínimos como el del viernes parece que con el roce se realimentan más, y si sumamos el punto de saturación que añade el sonido del local, los duros lo fueron más y con un puntito de herrumbre muy saludable a sus canciones, en ocasiones sobradas de pulcritud o barniz profesional. Buen directo el suyo, mejor defendiendo el puesto a codazos en una jaula, y genuino pistoletazo de salida a una carrera, ya de alcance nacional de un grupo con posibles y espacio por delante. El "rollo" sigue vivo.