JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 20/03/2020

Tras ganar en 2012 el concurso de bandas emergentes del festival Low Cost, conocido como Emerge, los granadinos de TREPÀT fueron uno de los grupos revelación del país. Con 'La línea infinita' se dieron a conocer bajo la recomendación Javi PPM, que los gestionó desde los perdidos Pig Studios. Nacieron en un tono electroacústico "cerca de Parálisis Permanente, Derribos Arias o The Cramps a Enrique Morente" según decía su material de presentación. 'La fiesta oscura', su segunda referencia, sería un cambio cualitativo de audio y también de personal para llegar a 'El amor está en la Tierra', de 2016. Estos días 'Canción Divina' nos devuelve a un grupo mutante como pocos.

- Se lo toman con tranquilidad...

- Han pasado cinco años, la suma es una gira con cierta contundencia, la composición de canciones y una grabación larga marcada por vaivenes y contras de la vida. Quizás esos cinco años estén tocados por algo de torpeza y falta de organización del tiempo, o quizás no, quizás todo grupo necesite un tiempo de desapego. Pero adelantamos que lo próximo vendrá rápido.

- Cada disco es de su misma madre pero distinto padre... ¡porque todos suenan diferentes!

- La magia de Trepàt está en sus componentes.

- Esta vez es Paco Neuman es el padrino. Cuente, cuente...

- La primera conversación telefónica con Neuman fue un domingo, 30 de diciembre de 2018. Duró hora y media y recuerdo con detalle la plazoleta donde daba vueltas y vueltas mientras hablaba con él. Fue una conversación larga, plena y llena de emoción, en la que nació una conexión directa y preciosa. En esta conversación se despejó el sentido de unir a Trepàt y Paco Neuman en un disco, como director y ejecutantes. Paco es un hombre especial, bondadoso, del que se respira seguridad, paz y genialidad... sí, es un genio de las melodías y la métrica vocal. De Paco sólo podría decir palabras bonitas.

- ¿Se nota en ese manejo de los climax tan suyo?

- La mano, la mente de un productor, como se espera, deja huella en cualquier trabajo. Este disco rezuma otros ambientes que Trepàt no había vivido en otros trabajos anteriores.

- ¿Por qué?

- Por Paco Neuman, sí, y porque las canciones así lo dictaban, por ejemplo 'Explosión' o 'Moverse', una especie de redención, luz y viso inexistente en lo anterior.

- Se acuerdan de los tiempos del bucólico oboe...

- Recuerdo las horas que hemos pasado bailando música electrónica en Copera. Recuerdo mi primer disco entre manos y recuerdo los conciertos de la OCG. No somos demasiado melancólicos, algunos más que otros, y ahora estamos centrados en los nuevos sonidos que tanto mueven nuestras entrañas. El oboe volverá.

- Se lo preguntaba porque se han ido al otro extremo...

- El primer disco de Trepàt dejó claro que llegaba a la vida una banda preparada para tocar muchos estilos, con lo bueno y malo que ello conlleva, pero con ganas de hacerlo.

- ¿La electrónica da la felicidad?

- Justo en este disco queremos comunicar que sí, pero al contrario de lo que se esperaba: "un Trepàt cada vez más electrónico", también hemos querido hacer un cambio de dirección, de ahí la elección de Paco como director. La alegoría a un pop contundente y olvidado, una enseña a formas que se van quedando en el descuido, con letras y melodías que evocan la magia.

- Javier PPM, su primer mentor, me dice que les pregunte: ¿Cómo con tantos cambios han conseguido mantener la misma idea con timbres tan distintos?

- Javi PPM nos conoce mucho, somos íntimos amigos. Y conociendo nuestra personalidad sabe que mientras exista Trepàt, Trepàt será Trepàt: una banda que abandera la ciudad de Granada con un estilo propio, intransferible e inimitable.

- Sin duda se refiere a la intensidad, agónica, oscura, tan teutona de los temas, más acústicos en un principio.

- Son las tonalidades menores que dan esa sensación de fiesta ahogada y que en este disco se han ocultado por el esparcimiento de las mayores, alegres y más dinámicas.

- Casi una excusa para la experiencia de trance que platean en directo...

- El directo lo vivimos y lo trabajamos de forma diferente a la del disco. El directo es la comunicación con el público. Y el trance del que hablas se contesta con la siguiente pregunta: ¿qué pedimos del directo?: olvidar, agachar la cabeza, bailar y recordar el lado más complaciente de la vida.

- ¿Hasta qué punto la expresión corporal, casi teatral, y la dramatización en concierto es parte de la capacidad hipnótica de Trepàt en directo?

- Trepàt adora las puestas en escena y cada canción que aparece en el escenario se trabaja y moldea a medida, porque en directo se personifica la canción en los cinco de Trepàt. La canción se toca y se teatraliza, como debe ser.

- A punto está 'Canción Divina', ¿qué más tienen entre manos?

- El nuevo disco.