VALLE  |  Madrid, 25/03/2019

Podría imaginar un mundo sin hombres e, incluso, sin humanidad. Pero, aunque lo intente, no puedo imaginar un mundo sin mujeres. Cuando digo estas palabras no lo hago porque me sienta influenciado por la corriente feminista que, últimamente, crece en nuestra sociedad. De hecho, hay cosas que me parecen un poco tontas como hablar constantemente usando los dos géneros; eso de todos y todas o lo de miembras y miembros. Sí, puede ser que haya motivos para cambiar un idioma que, por su antigüedad, da muestras del machismo que imperaba. La verdad es que estos cambios me parecen una simple formalidad que no arreglan ningún problema pero que, si hacen felices a ciertos sectores, no me importa que se hagan. Sin embargo, los nombres de las cualidades que, casi todos, son femeninos, por favor, esos no. Que no se toquen, que a nadie se le ocurra cambiarlos. Las cualidades son los rasgos y las características de la esencia y de la naturaleza de una persona y estoy convencido de que, como refleja nuestro idioma, la gran mayoría de ellas son mujeres. No puedo pensar en la belleza como masculino, sería imposible que la inteligencia lo fuera si no fuera mujer. La constancia, la empatía, la prudencia o la alegría son nuestra abuela, nuestra amiga, nuestra madre y nuestra novia que sin la mirada, la sonrisa, la palabra y la música (todas mujeres también) sería imposible sobrevivir. Por eso... no, no puedo imaginar un mundo sin mujeres.

La cadencia, la emoción y la fuerza son otras tres cualidades-mujeres que el pasado jueves 21 de marzo se subieron al escenario para deleitar a otra fémina, la expectación, que hizo de público y casi llenó la sala Costello Club de Madrid. Pero antes de que lo hicieran las chicas de UNIFORMS, actuó el grupo CHLORAL. Chloral, con entusiasmo y trabajo, se sacaron de la manga un gran directo que, en mi opinión, supera en propuesta, en sentido, en atmósfera creada y en sonido al EP 'Endless dreams in dying motions' que presentaban. Su ruidoso shoegaze encandiló a toda la concurrencia y demostraron que, pese a su juventud, es una banda a tener en cuenta en un futuro próximo. Además de las cuatro canciones 'Who's to say', 'Cabin Fever', la que más me gusta 'Sacrifice' y 'Bleach' de su mencionado trabajo, nos interpretaron dos prometedores temas nuevos, 'Flu' y 'Soapbar'. También versionaron y personalizaron el 'Fade into you' de la banda estadounidense Mazzy Star. Rodri Villagrán a la voz y a la guitarra, Roberto García Catalán a la batería, Álvaro Gallego al bajo y Juan Carlos Labrador a la guitarra, provocaron vibraciones y dejaron un buen sabor de boca con Chloral.

Uniforms pisaba las tablas de la sala Costello Club sacudiéndose la responsabilidad de haber sido una de las bandas revelación del 2018. Con una naturalidad pasmosa, desplegaban su particular atmósfera y llenaban nuestros sentidos de las más extraordinarias sensaciones. Un sonido ya reconocido y propio elaborado con la base de diversas influencias noventeras como el dream pop, el noise, el post punk o el shoegaze y desarrollado gracias a su prodigioso talento para la composición y a una soberbia y personalísima psicodelia que nos envuelve y casi se toca. El resultado es 'Polara', un álbum que son diez joyas. Perdón, quería decir diez perlas porque éstas son las únicas gemas creadas por un ser vivo. En eso exactamente se convierten en directo las mujeres de Uniforms. En un animal solitario que va metamorfoseándose y revolucionándose conforme avanzan los minutos, que se siente rechazado, herido y que lo expresa en turbulentos textos de crítica, dolor y abandono. Un engranaje perfecto de música, letra e imagen que nace en las sabias baquetas de Pan Castellano, que se retuerce en una preciosa simbiosis con su guitarra de Natalia Spingel y que muere en los intensos sintes y la dulce y mística voz de Annie Ruiz. Como colaborador en el bajo, actuó junto a ellas su productor, el bajista y cantante de Oddhums, Will Castellano.

Así, pudimos disfrutar y saborear todas las canciones de su álbum, desde 'Antípodas' a 'Gris', cantando temas que huelen a himnos en su género como 'Don't wake up' o 'Addicted' y emocionándonos con 'Huesos', 'Perlas' y la sensacional 'EDMP' (experimento del mundo pequeño) entre otras.

Belleza, tristeza, fuerza, inteligencia... Sí, las cualidades son, en su mayoría, femeninas. Podría imaginar la música sin vida e, incluso, sin alma. Pero, aunque lo intente, ya no puedo imaginar la música sin las mujeres de Uniforms.

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