JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 16/03/2019

EL JOSE es uno de los nombres "de autor" más pujantes y que más gente está arracimando a su alrededor. Aunque su debut en solitario es reciente, El Jose no es ningún recién llegado. Sus aventuras al frente de grupos como Microjachís o La Banda de Trapo le acreditan como un consumado compositor de los que suman y siguen, y no paran. Le hemos visto desenvolverse con igual soltura en grandes festivales que en teatros pequeños, como el Martín Recuerda de Pinos Puente donde actúa en el ciclo Al Oído este sábado (21h). Y es que El Jose es mucho Jose.

- Le hemos visto con grupos y sin ellos, ¿mejor solo que bien acompañado?

- Mejor bien acompañado, siempre. En este mundo lo mejor es formar una gran familia, un gran equipo, y en El Jose lo hay, aunque por el nombre pueda parecer que hay una sola persona detrás de esto.

- Pero siempre con amigos, El Kanka, El Pau...

- Amigos y amigas, que nunca nos falten, y si sobran tampoco pasa nada.

- ¿A qué grupo o cantante (vivo o no) llegaría incluso a pagar para poderlo telonear?

- Un teloneo a los Triana (los de verdad) sería maravilloso; lo de pagar pasta por telonear… no, Jesús de la Rosa seguro que era buena gente y no habría permitido que eso ocurriera.

- En tiempos a lo suyo se le hubiera llamado "Sonido Plaza Nueva" por el mix total de esa zona, ¿estaría de acuerdo?

- Bueno, en parte, ¿por qué no? Pero hay mucho más, podría ser "Sonido Albayzín" o incluso "Sonido Granada".

- ¿La calle es una buena escuela?

- La calle es una buena escuela, se aprende por ejemplo a cantar pasando frío y calor, a contar monedas muy rápido, a negociar con la policía o a hacer que gente que no tenía intención de escucharte se pare a hacerlo. Estas cosas son más útiles para un músico que casi todo lo que me han enseñado en el colegio.

- Ramoncín dice que uno puede abandonar la calle, pero que ella nunca te deja, ¿lo suscribe?

- Supongo que sí, la calle es adicta a los seres humanos.

- ¿Vivir en el Albaicín marca carácter?

- Claro, el Albayzín es un centro generador de energía. Si vives en él acabas cambiando, aunque nunca sepas por dónde vas a salir, lo mismo te conviertes en artista, acabas teniendo hijos o te vuelves loco.

- Estos días su 'Epístola feminista' es casi un himno, como 'La puerta violeta' de Rozalén... ¿Lo ha notado?

- Lo he notado, nos llegan versiones grabadas por gente que nos escucha, felicitaciones por la canción o citas de la letra. Es muy bonito ser un hombre y sentirse arropado por un movimiento que está llevando a la humanidad hacia un destino infinitamente mejor.

- Veo sus vídeos, y tener como decorado de fondo la Alhambra, ¿es superable?

- No, mirar a la Alhambra de frente es la imagen más armoniosa que he conocido en mi vida, nunca he visto desorden más equilibrado, es perfecta.

- El Jose y Sapillo son como Lennon y McCartney, Jagger y Richard o Simon y Garfunkel... ¿Uña y carne?

- No creo que nos parezcamos a ningún combo de artistas que haya existido, somos uno muy de Granada y uno muy de Jaén que decidieron juntarse un día para aprender a perder miedos y vergüenzas.

- Sus letras son... ¿Le da más importancia al fondo que a la forma?

- Doy más importancia a la esencia que a todo lo demás. Si una canción miente, ya sea en su letra, en su armonía, melodía, rítmica o conjunto, o mejor dicho, si la canción no me está moviendo cosas por dentro, para mí no sirve.

- La rumba sirve para un roto y un descosido, ¿para la alegría, el cabreo y las penas? ¿Es universal?

- Sí, la rumba es universal, es África viajando a través del mundo para volver a encontrarse con nosotros y recordarnos que no debemos olvidar de dónde venimos.