JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 27/01/2019

Acumulando experiencias, VALPARAÍSO fue una de las mejores noticias del año pasado. Prolongando el trabajo de bandas previas como Hareh Lareh y Matilda, el tándem Juan Codorniú y José A. Sánchez ha vuelto a encontrar en José Uribe el tercer soporte para definir el plano inclinado. Y si ellos arrancan Valparaíso reseteándose y desde cero, embarcado también está el sello Discos Bora Bora, cuya referencia 0.1 es el álbum de debut: 'Canciones desde el segundo piso'. Este fin de semana bajaron esas canciones hasta el sótano del Plantabaja, donde no cabía ni aire para respirar. Por horario y tan simpática como figuradamente tuvieron el honor de contar con Paul Weller de "telonero", y como no suele ser habitual en estos casos, siguieron detenidamente el hacer del "músico invitado".

La experiencia acumulada se nota en las canciones del vinilo (sí, vinilo) que oscilan entre el pop adulto fino, el sixtie, la psicodelia suave, entre el oscuro (pero menos) afterpunk y algún matiz más crujiente, reivindicando anchura de miras y variedad por encima de la autorepetición confundida como coherencia. Alentando este nacimiento apareció por el estudio una tropa de notables citadinos: Julián Méndez, Antonio Arias, Juan Alberto Martínez, Carlos Díaz, Bernal, Machuca, Banin... Comprimidos en directo al trabajo de Chío Jiménez (Café Suizo) y Carlos Marqués (Dolorosa, Unidad y Armonía, Sr. Chinarro...), suficiente personal para rellenar las líneas de puntos en bajo y teclados; colaboraron también unos minutos en voces las dos Natalias, Martín y Muñoz, y Miriam Levi. Como curiosidad la responsable de la grabación, Elena González, manejó nuevamente los controles, ahora del directo.

Aludiendo a la imantación ferruginosa de las aguas subterráneas de Granada (la conocida como "Teoría Arias") justificó Juan Codorniú que tan cerca de la capa freática los conciertos del Planta tengan ese brillo tan especial; en realidad se trata de músicos muy hechos, dibujantes de gustosos y placenteros arreglos y garantes de un sonido impecable, que beneficia con el pálpito vivo del directo ese repertorio. Cancionero (con 'Fantasmas', 'Valentina' y 'Visión Fugaz' como hallazgos) que completaron haciendo una antología, coherente y sin solución de continuidad, de sus anteriores reencarnaciones, e inyectado tensas guitarras donde no las pusieron Can al hacer 'Vitamin C'. Magnetismo de onda ancha.