DANI ILLANA  |  Jaén, 05/04/2010

Martín Sánchez y José Antonio Castro nunca tendrán un contrato con una discográfica, ni harán una gira, ni sacarán dinero de su música. Eso, a pesar de tener el reconocimiento de los músicos de su entorno, su Jaén natal. Su banda, que se prodiga cada vez menos en los escenarios, acaba de poner de largo una nueva grabación de seis canciones que supone una vuelta de tuerca en su sonido irreverente. Aprovechamos esto para hablar con ellos sobre esta y otras cuestiones.

- ¿Vetadine, Hot TV o VETADINE HOT TV?

- (M) Lo último.

- ¿Y por qué?

- (M) Porque nos encontramos en un momento en el que nuestro sonido cambia, pero es más nuestro. Cuando el señor García Guerrero (gran batería de grupos como Alis o Beth Loring) estuvo tocando con nosotros hizo cambiar nuestro sonido. (J) Fue una fase nueva, pero muy interesante para nosotros.

- ¿Pero de dónde vino el nombre?

- (M) Está en relación son los nuevos temas que empezamos a hacer el año pasado. Son canciones con un toque de humor cínico y mucho componente sexual. También queremos hablar del zapping en nuestro sonido, de la inclusión de los loops y la búsqueda de nuevas capacidades rítmicas a través de la electrónica y todas esas cosas que dicen los grupos guays en el Mondosonoro.

- ¿Y de dónde vino esta nueva temática?

- (M) Verás, me he pasado el último año viajando en autobús y en taxi, oyendo los sonidos de la ciudad. De hecho, los sigo asimilando y ya estoy pensando en nuestra próxima grabación, que se llamará 'San Francisco verde varios'.

- ¿Vais a seguir subiendo para el castillo, para la Catedral?

- (M) Por supuesto, no podemos dejar de hacerlo, somos más de aquí que los olivos. Además, es una manera de juntar lo que nos gusta, lo de aquí, cosas como Bambino, y lo de allí, como Beck, Eels o Radiohead.

- Las canciones nuevas suenan muy bien, pero ¿Cuándo se oyen en directo?

- (M) Es complicado, Ahora mismo sólo pienso en grabar, grabar todo lo que voy sacando, compulsivamente. Contamos con el apoyo de varios y muy buenos músicos y necesito registrar todo lo que voy sacando, a veces tengo ideas para tres o cuatro canciones en un solo día. Además, ahora mismo prefiero hacer otras cosas, como buscar a alguien que le ponga imágenes a nuestra música y hacer como una especie de compilación de videoclips, o algo así. (J) El problema es muy sencillo, a mí me encanta tocar en directo, pero a Martín no, sólo quiere estar todo el día pegado a la guitarra componiendo. Así que tendremos que llegar a un acuerdo. A él le puede la presión del escenario. Pero lo cierto es que somos mejores hacedores de canciones que músicos.

- ¿Qué queréis hacer con las nuevas canciones?

- (M) Realmente, la grabación ha sido más una cuestión de placer. Durante casi un año nos íbamos al Estudio M-Dos después de trabajar y pasábamos muy buenos ratos allí. De vez en cuando venía algún amigo. Con José María hemos pasado muy buenos ratos; además nos ha dejado trabajar a nuestro aire. (J) Cuando hemos grabado las dos veces anteriores con Pachi Delgado sonaba muy bien, pero se tapaban muchas de nuestra ideas. Ahora hemos trabajado con total libertad. Algunos días llegábamos y lo cambiábamos todo, probábamos, aprendíamos y nos divertíamos. (M) Esto es, por encima de todo, más nuestro. (J) De todas manera, y visto que el cd está demodé, estamos pensando juntar todas nuestras canciones y hacer uno.

- ¿Un disco?

- (M) Sí, algo así, autoeditado pero bonito; unas doscientas copias, para repartir entre los amigos y cosas así.

- ¿Tan bien os lo pasáis grabando?

- (M) Lo cierto es que sí, porque hace años que quería poder tener la oportunidad de jugar con las canciones, a veces creo que hemos querido experimentar más de lo que realmente nos pedía la canción. (J) Ha sido un proceso total de transformación. Teníamos una idea sobre lo que queríamos hacer. Nuestra música se han convertido en canciones de melodías simples con estructuras complejas, pero en el estudio se fueron enreversando, y luego buscamos darles un toquecito para las letras...

- ¿Qué pasó con las letras?

- (J) Nada, que un día me planté en el estudio y Martín venía con esas letras escritas subidas de tono, la mitad sin tener nada que ver con lo que se había ensayado. (M) Es que era una evolución lógica. La primera maqueta era un sindiós, cogimos las mejores cuatro canciones que teníamos y las grabamos como pudimos. La segunda era algo centrado en el desamor, en la ruptura; muy melancólico y creo que bonito; ahora estoy en una etapa de resentimiento donde todo me da igual, miro al vida de una manera más "frívola". La música se ha convertido en algo con lo que jugar.

- De todas formas, hay una canción de José Antonio.

- (M) Sí, quería que fuera una forma de reconocer su trabajo. (J) Bueno, yo he hecho canciones en otros grupos, pero no me considero compositor, realmente como disfruto es tocando las canciones de Martín. Él tiene ideas muy buenas y hay que ordenarlas, eso se me da bien y me gusta.

- Bueno, ¿Cuándo se oyen las canciones nuevas?

- (M) Siempre en el myspace y, en breve, en los Ciclos. (J) Queremos dar algunos conciertos acompañando a Los Esclavos cerca de Jaén, son familia y además una pedazo de banda y yo tengo muchas ganas de poder tocar con ellos.

- Pero la gente habla muy bien de vuestros conciertos.

- (J) Es cierto que tienen mucha energía, que, por encima de todo, buscamos que la gente disfrute, incluso ensayamos los chistes; pero reconocemos que al lado de otras bandas nos cuesta hacer ciertas cosas.

- Pero, ¿por qué empeñarse en no intentar sonar más cuando hay gente con menos talento sonado todo el día?

- (M) Eso es cierto, pero no me gusta el mundillo musical. No sé si es una excusa, pero no me gusta esa vida ni la mayor parte de esa gente. Nunca hemos hecho nada por reconocimiento, simplemente porque nos gusta. Si quisiéramos hacer las cosas de otra manera tendríamos un nombre que mole, en inglés, y vestiríamos camisetas con rayas horizontales rojas y negras, pero la música para nosotros es la manera de sacar cosas que no conseguimos hacer de otra manera.