RICARDO RUIZ VARO  |  Santiago de Compostela, 11/07/2018

La ciudad de Santiago de Compostela es famosa por ser el punto de llegada de la ruta peregrina más famosa de Europa. Miles de peregrinos llegan cada año a la imponente Plaza del Obradoiro después de varias semanas caminando por una de las numerosas rutas del Camino de Santiago, sin duda, una de las mayores experiencias que una persona puede vivir en su vida.

A partir de este año, el Camino de Santiago tiene un aliciente más: conocer su nuevo sonido. Y ese nuevo sonido es a partir de ahora el de los conciertos del Monte do Gozo en el O SON DO CAMIÑO, una banda sonora perfecta que en su primera edición ha superado todas las expectativas.

Y superar las expectativas no era fácil. Los nombres del cartel que el O Son do Camiño presentó el 23 de febrero ya dejaban el listón altísimo. Sin embargo, un recinto amplio, cómodo y seguro (con el escenario principal situado en un enorme anfiteatro, que permitía disfrutar del concierto desde casi cualquier punto de la explanada); una brillante organización; buen tiempo, teniendo en cuenta que estábamos en Galicia (solamente llovió el segundo y tercer día durante unas horas), y un sonido excepcional provocaron que esta primera edición se haya convertido en un evento histórico de la música en Galicia. En definitiva, ha nacido un festival llamado a ser de los más grandes de España y lo ha hecho de la mejor manera posible.

El primer gran momento del festival llegó de la mano del concierto de Triángulo de Amor Bizarro, que tocaban muy cerquita de su casa (A Coruña). No faltaron grandes temas como 'El fantasma de la Transición' o 'De la Monarquía a la Criptocracia', grandes baluartes de su repertorio de punk-rock cercano al shoegaze. Antes Sexy Zebras había inaugurado el Escenario Estrella Galicia (el principal).

Cayendo la noche en el Monte do Gozo, llegó el turno de uno de los grandes nombres del cartel: Franz Ferdinand. Los escoceses, con Alex Kapranos a la cabeza, ofrecieron un gran concierto en el que repasaron los grandes temas de todo su repertorio. Comenzando con 'Do you want to' ya consiguieron poner patas arriba el anfiteatro del Escenario Estrella Galicia, en el que fue el primer gran concierto del O Son do Camiño.

El siguiente cabeza de cartel en aparecer por el Escenario Estrella Galicia fue The Killers. Sin duda, el grupo más esperado de la primera jornada. Sus canciones son ya himnos del rock internacional y los británicos no defraudaron. 'Mr. Brightside', 'The man', 'Somebody told me', para terminar con 'When we were Young' hicieron las delicias de los más de 20.000 espectadores que abarrotábamos el anfiteatro del Monte do Gozo.

Entre ambos gigantes, Rufus T. Firefly actuó en el Escenario Galicia. Personalmente, era uno de los conciertos que más esperaba y la verdad es que no defraudaron. Los madrileños son hoy por hoy lo mejor del rock psicodélico en español. Presentaron 'Loto', su último trabajo, frente a cientos de espectadores en un concierto que no dejó a nadie indiferente. 'Magnolia', 'Demogorgon' o 'Rio Wolf' fueron los temas que más brillaron en un bolo que se hizo corto. Sin duda alguna, uno de los mejores shows del festival.

La noche finalizó con el concierto de Carlos Sadness en el Escenario Galicia y la sesión del DJ internacional Lost Frequencies. El barcelonés exhibió su repertorio más veraniego, con varias de las canciones de su último trabajo: 'Diferentes tipos de luz', que unido a temas tan conocidos como 'Miss Honolulu' o 'Qué electricidad', llenó de buen rollo el recinto compostelano. El fin de fiesta corrió a cargo de Lost Frequencies, en una sesión que, para los entendidos de la música electrónica, fue una auténtica obra maestra.

Jamiroquai, dominador de la segunda jornada

El segundo día comenzó con tormenta durante los primeros conciertos, que amainó durante el concierto de Residente. El ex Calle 13 nos deleitó con un show a la altura de las circunstancias. Con temas muy bailables y con multitud de discursos de reivindicación social y política, el rapero puertorriqueño consiguió que no paráramos de movernos durante todo el show, uno de los más destacados del fin de semana. No faltaron temas de Calle 13 como 'Atrévete', unidos a otros más recientes de su nueva etapa en solitario, como es el caso de 'Sexo' o 'Desencuentro'.

Los grandes grupos nacionales del día fueron L.A., uno de los grupos más grandes del rock indie español; Toundra, con su rock cercano al metal progresivo, que no pararon de hacer bailar a todos los asistentes; y La Maravillosa Orquesta del Alcohol, más conocidos como La M.O.D.A, uno de los grupos nacionales más esperados del festival. Los burgaleses no han parado de crecer en los últimos años hasta convertirse en una de las bandas más importantes del rock español actual, y así lo demuestran en cada festival.

Los grandes protagonistas del día fueron Two Door Cinema Club y, sobre todo, Jamiroquai. En primer lugar, los norirlandeses ofrecieron un show divertidísimo, tocando todos sus temas más conocidos: 'What you know', 'Something good can work' o 'Undercover Martyn'.

Pero, sin duda alguna, la gran sorpresa del festival, para mí, fue Jamiroquai, que demostró por qué era uno de los grandes nombres del cartel. Con un show lleno de psicodelia y luces y con Jay Kay, el cantante y líder del grupo británico, sin parar de moverse en el escenario, convirtieron su concierto en toda una fiesta de funk y acid jazz. No sería arriesgado decir que pudo ser el mejor bolo del festival. Terminamos el día con una gran sesión de Don Diablo, uno de los DJ más reputados del panorama internacional.

Lenny Kravitz, una estrella del rock tras la tormenta del sábado

Como si de un milagro se tratase, el tercer día pudo celebrarse íntegramente sin apenas complicaciones. La tormenta que cayó durante las primeras horas de la tarde hizo correr el rumor de una posible cancelación de los conciertos, pero por suerte, remitió minutos antes del concierto de Novedades Carminha. Por cierto, el bolo de los santiagueños, que actuaban en casa, fue, de largo, el más divertido de todo el festival. Con letras facilonas y un ritmo que recuerda al pop español de los 80, se metieron al público en el bolsillo con canciones como 'Antigua pero moderna' o 'Te quiero igual'.

Los mayores bailes de la tarde corrieron a cargo de Mando Diao. Los suecos ofrecieron un espectáculo muy movido, en el que no faltaron grandes temas de su repertorio como 'Shake' o la famosa 'Dance with Somebody'. Justo después, la fiesta de bailes, esta vez más rockeros, continuó con León Benavente. El grupo, comandado por el gran Abraham Boba, fue el aperitivo perfecto para el gran nombre del festival: Lenny Kravitz.

No todos los días toca una leyenda del rock en Galicia, y los gallegos lo sabían. Con el recinto del escenario principal a reventar, Lenny se metió al público en el bolsillo desde el principio. El neoyorkino comenzó con 'Fly away', en un espectáculo en el que rememoró grandes temas de su largo repertorio como 'Always on the run' (canción grabada junto a Slash, de Guns N' Roses), 'Where are we running' o 'Again'. Hubo tiempo incluso para versionar dos temas que no eran suyos: 'American Woman' de The Guess Who y 'Get up, stand up', de Bob Marley & The Wailers. En definitiva, el gran Lenny no defraudó.

La recta final del festival llegó con la actuación de C.Tangana, dominador actual del trap español. Sin embargo, el concierto dejó mucho que desear por el excesivo uso que el madrileño hizo del playback. Más allá de eso, poco reseñable aparte de la constante provocación que caracteriza al compositor español.

El broche de oro lo puso Martin Garrix, considerado por muchos el mejor DJ del mundo. El productor neerlandés dejó una sesión para el recuerdo, que ha llegado a ser considerada la mejor sesión de electrónica que se ha visto en Galicia.

Como hemos dicho al principio, era difícil superar las expectativas, pero se ha conseguido con creces. Enhorabuena a la organización y al personal implicado en provocar que esta primera edición haya sido un éxito (y eso no suele ser fácil el primer año). Ha nacido uno de los mayores festivales de España. El Camino de Santiago ya tiene su banda sonora.