JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 01/04/2010

El cantante de reggae madrileño MORODO regresó a lo grande en Granada ante una sala Industrial Copera que rozó el lleno total. Morodo, alias de Rubén David, celebró una convincente ceremonia rastafari al frente de los Ranking Soldiers, su competente banda habitual.

El madrileño ha hecho suyo el genuino legado Wailer, con un sonido de reggae clásico apenas maquillado, con arreglos robustos y algunas desconcertantes rupturas de tiempo y ritmo que él aprovecha para sus proclamas incendiarias contra "Babilonia" (Occidente, en términos culturales e imperialistas). Recupera por tanto toda la iconografía del rastafarismo exportable, lenguaje y terminología que él expresa en un español internacionalista salpimentado de giros en diversos idiomas subrayando la vocación global que siempre tuvieron los seguidores de Marcus Garvey. Hasta qué punto sea de verdadera la cosa no viene al caso, como ya nadie pregunta el grado de fervor auténtico de la semana santa, porque lo importante en ambos casos es su gran capacidad de atractivo para la gente más allá de los tópicos. Y los resultados de su reggae-predicación son incontestables, amén.

Situado por origen e historia tan cerca de la sincopa jamaicana como de las letanías Hip hop, el madrileño convoca a ambos públicos, que sumados hacen un montón de gente: se cuenta que está llenando en esta gira de apoyo a su disco 'Rebel Action', editado tras un silencio de un lustro casi. Material combativo que además de los asuntos clásicos del sector, las plantaciones de "ganja", la devoción a Jah, Babylón y demás temas del manual del perfecto rastafari, sorprende por tocar otro material más contemporáneo como el maltrato, la manipulación de los medios de comunicación y ese cariño que últimamente todo el mundo parece profesar a los políticos profesionales. ¡Que Jah nos coja confesados!