JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 18/05/2018

La confluencia de unos adolescentes argentinos exiliados con una banda de blues madrileña fue como un big bang lleno de color y estribillos en la plomiza España del tardofranquismo. Fue un fenómeno de fans inédito en una banda de rock and roll hispana que desde el margen (su primer disco lo fue absolutamente) se convirtió en mainstream pop. Fueron rápidos y dejaron un cadáver muy bien parecido; tanto que cuarenta años después siguen siendo imprescindibles cuando se quiere agitar una fiesta, porque sus burbujeantes estribillos son patrimonio inconsciente de este país. O muy presente, que en el Bull Music Festival dirán adiós definitivamente (hoy a las 23:15h).

- Tequila y final... ¿O "nada es para siempre" que dijo el sabio Lavoe (y confirma don Miguel Ríos)?

- (Risas) En principio tanto Ariel como yo tenemos nuestros proyectos personales. Cuando nos separamos no hicimos ningún comunicado, nada, nos fuimos por la puesta de atrás. Ésta es una despedida como tiene que ser. Decidimos hacer estas actuaciones y luego seguir cada uno nuestras propias carreras. Nada es para siempre, pero porque la vida no lo es tampoco (risas).

- ¿Ustedes fueron las primeras estrellas del rock and roll de este país?

- Puede ser. Había estrellas pop como Los Canarios, Los Brincos o Los Bravos... Pero nosotros siempre hemos sido una banda de rock.

- En fin... En la biografía de 091 recuerdan que viajaban en un autobús vivienda que era la envidia del sector...

- (Risas) Te engaña la memoria o la envidia (risas). No era un autobús sino una furgoneta, muy moderna y muy acondicionada, eso sí. Ciertamente de aquellas no había muchas y era muy profesional. Ten en cuenta que hicimos, no sé, más de 300.000 kilómetros en aquellas carreteras y había que trabajar lo más cómodo posible.

- Ustedes añadieron a la Spoonful Blues Band, un grupo ya existente, toda la chispeante tradición del rock and roll argentino, que nos llevaba mucha delantera a los ibéricos...

- Julián y Felipe y el batería de aquella banda nos juntamos y nosotros aportamos esa tradición, sí, nosotros escuchábamos a Manal, Espineta, Charly García, Sui Generis, Pappo, Almendra... Había en Argentina mucha cultura de rock y de blues, que fue una escuela muy importante para nosotros.

- ¿Tequila funcionó allí o entonces el Atlántico era insalvable?

- No tanto por el Atlántico como por la Dictadura. E igual que aquí la de ustedes funcionó bien, la nuestra también. Por ejemplo, mis padres figuraban en las listas negras, que han aparecido físicamente hace poco en un sótano, allí estaban anotados ambos... Así que el apellido no ayudaba mucho para poder editar discos allí.

- ¿Se hubiesen visto como... ¡el Indio Solari, batiendo records de audiencias!?

- (Risas) Eso nunca se sabrá (risas), son supuestos que superan al destino (risas).

- Lo que sí es que trajeron frescor a un entorno grisáceo y plomizo del rock mesetario, el rollo, la música layetana y todo aquel entorno...

- Estoy de acuerdo completamente, fue así, no hay más que ver nuestras portadas y oír las canciones que hicimos y las coetáneas.

- El tremendo éxito comercial... ¿lastró sus trabajos posteriores? ¿Ser un Tequila puntuaba para bien o no tanto?

- El éxito es lo que te permite volver a grabar sin que te echen, y poder seguir desarrollando tu carrera. Siempre es positivo. Que te reconozcan tu trabajo y lo adquieran, en disco y conciertos, no puede ser más positivo. Lo negativo verdaderamente es que nadie te quiera oír (risas).

- ¿Y por qué se fueron?

- El final de los grupos está escrito desde su principio. Es casi imposible que cinco personas que desarrollan una actividad tan cercana, casi íntima, que van juntos al ensayo, a los camerinos, a los escenarios, a las entrevistas, hoteles, viajes... Si una pareja ya es difícil de mantener y solo son dos... ¡una comuna es mucho más complicado! (risas)

- ¿Y por qué volvieron?

- Nos debíamos una despedida. Volvimos para poder decir adiós.

- ¿Qué fue de Felipe, el otro Tequila que está operativo y sale en algunas fotos "oficiales", ya de este siglo...?

- Estuvo en el primer proyecto de reunificación de 2008, pero él está en sus movidas. Su estilo de vida actual no era compatible con el tipo de vida de carretera...

- Nunca hubo epílogo, ni en directo... ¿Tal vez ahora?

- No sacamos nada, efectivamente. Es una posibilidad. Quizás, pero el futuro no está escrito.

- En concierto, ¿aderezan los "clásicos" con otras cosas propias, de Rodríguez, de Moris (¡cuyo disco grabaron ustedes!) o algún estándar del rockandaroll argentino (no sé, 'La balsa', 'El tren de las 16'...) o es todo y solamente Tequila y sus cuatro Lps?

- Sí, hacemos también 'Sábado a la noche' de Moris y alguna de nuestras canciones del repertorio individual, pero ninguna del rock argentino anterior.