VALLE  |  Madrid, 04/03/2018

El Sol no debe sentirse muy cómodo con nosotros. Ha pasado de ser el dios de nuestras antiguas culturas (Rá para los egipcios, Quetzalcòatl para los mesoamericanos, Helios para los griegos o Apolo para los romanos) a ser un simple amigo de conveniencia. Esto ocurre conforme crece incesante nuestra prepotencia, nuestra vanidad y nuestra ambición de creernos dioses. Ya solo nos acordamos de él cuando llueve tres días seguidos. Nos creemos que debe estar ahí quieto para nosotros y nunca pensamos que él también tiene que moverse arrastrando a todo el sistema solar alrededor de la Vía Láctea. De hecho, el pobre tarda 230 millones de años en dar una vuelta entera a nuestra galaxia. Esto significa que La Tierra, desde que existe, únicamente ha completado junto al Sol 19 giros a la Vía Láctea. Sin embargo, a pesar de que vivimos gracias a el Sol, solo nos acordamos de él cuando no aparece. ¡Qué desagradecidos somos! No me extraña nada que el Sol se queme.

Esta irracional, incoherente e inadmisible ambición de la humanidad la explica muy bien el grupo APARTAMENTOS ACAPULCO en su canción 'Amigo Sol'. Ahí es donde nos dicen: "Quiero ser más que tú, quiero estar a tu lado y llegar donde nadie ha llegado".

Con 'Amigo Sol' se abrió el extraordinario concierto que los granadinos Apartamentos Acapulco nos ofrecieron el pasado viernes día 2 de marzo en el que nos presentaban su último EP, 'Las cuatro esquinas'. Este gran grupo Shoegaze, de Noisepop con aires de Dreampop, a pesar de apoyarse en sus conocidas influencias de Slowdive o de Los Planetas, están marcando un estilo propio y reconocible gracias a genuinos toques como la perfecta compactación de las voces del guitarrista Ismael Cámara y la teclista Angelina Herrera, los originales cambios de intensidad en cada una de sus canciones marcados, generalmente, por el batería Jorge Murillo y el absoluto dominio en todos sus trastes creando toda clase de melodías y ritmos con el bajo de Pedro Ernesto Moreno del que también me encantó su extasiada y mística actitud sobre las tablas que se transformaba en delirante con los fantásticos cambios de ritmo que Apartamentos Acapulco nos suele regalar.

De todos los momentos brillantes que nos ofrecieron, me gustó especialmente cómo engancharon su canción 'El almendro' con 'Ya nadie se ríe de mí' y su balada de precioso teclado 'Romance de verano' con la espectacular 'Qué quieres de mí'. De su nuevo EP 'Las cuatro esquinas' destaco su tema 'Por las noches' que suena contundente en directo con un ritmo que rompe la estructura estilística de la banda.

En definitiva, cuatro músicos de alto nivel y gran formación que se lucieron en la sala Siroco y nos envolvieron con su progresiva música ambiental de apagadas melodías a través de un escogido repertorio de entre sus cinco trabajos grabados donde, además de las mencionadas, nos interpretaron 'Juan sin miedo', 'El día de la primavera', 'Y si todo cambia', 'Bing-Bong', 'Hola y adiós', 'Canción de Angelina', 'Scarlett' y un fuerte final con 'Nueve esferas'.

Nueve esferas, si contamos a Plutón, que podrían ser los nueve planetas que giran alrededor de un anonadado Sol que se quema observando cómo unas minúsculas hormiguitas en su tercera canica se autodestruyen por la supina ignorancia de creerse dioses sobre todo el Universo.