JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 01/02/2018

Antes de que se inventara la "serie Z" o el "realismo sucio" ya había quien vivía instalado en el más herrumbroso "rock and roll suicide", a éste o el otro lado de la ley. Juan Diego Fuentes Casas fue y es Dogo Rojo, que con sus Mercenarios representaron la "cara muy B" de los años de La Movida. Madrileño de suburbio, fue trasplantado a la Sevilla más macarra, donde representó el punto medio exacto entre el Lou Reed animal, el Iggy puro raw o el Jagger más simpático con el diablo. DOGO ha decidido volver a por su parte así que: ¡Peligro! Dejen sus hijos en casa. (Planta Baja, hoy 1 de febrero, 22h). Cuidado con el perro.

- ¿Por qué vuelve ahora?

- Pues mire, esto es como el juego de la Oca, a algunos les sale la partida del tirón, a la primera, incluso van de oca en oca a la velocidad del rayo; en mi caso, me he caído varias veces en el río y en alguna que otra jugada he terminado en el talego. Total, que cuando me he querido dar cuenta, aquí estoy otra vez, en la vieja casilla de salida.

- ¿Y por qué no siguió entonces?

- Porque por un momento perdí el norte y la salud, y para mantenerte en el caminito del rock&roll ambas cosas son muy necesarias.

- ¿Qué tal le ha sentado volver a pisar los escenarios?

- Tela de bien, se me había puesto toda la cara del pie de otro y desde que he retomado, he recuperado el buen aspecto y se me ha metido el cuerpo en caja.

- ¿Han resistido bien las canciones?

- Los temas que grabé con Los Mercenarios no han perdido vigencia y, como en las letras no contábamos chuminás de la Carlota, tienen una lectura vigente a día de hoy. Los músicos que me acompañan (Juancho López al bajo, Jorge Colldan a la guitarra, Xabi Señor No a la guitarra y Sam Malakian a la batería) se han currado arreglos nuevos para los temas del repertorio clásico y eso ayuda a darle otra visión al asunto, lo cual es bastante interesante y muy de agradecer. Los temas nuevos los vamos entremetiendo y la idea es que en cuestión de unos cuantos meses empecemos a grabarlos.

- Los recuerdo en Loja, a medias con Burning, allí Pepe Risi declaraba al periódico Ideal que le gustaría ser un músico "de culto como Tom Waits, a cinco millones por concierto", dijo. ¿Se siente de culto?

- (Carcajada) No, en absoluto. Estoy en la casilla de salida, eso sí, con brújula, planos, callejeros, un par de bocadillos y un botijo lleno de agua fresquita. Y, por supuesto, sin perder de vista la estrella polar, por si en algún momento se va la luz.

- Nazario, Pachón, Pacheco... ¡A su lado estuvieron señaladas lumbreras!

- No te olvides de Don Manuel Molina y algunos que otros viejos lobos de espaldas plateadas que quiso la vida ponerme al lado y eso es una gran suerte, ya que de todos ellos aprendí cosas valiosas.

- Y un tipo que regó a Jagger o Iggy Pop con agüita del Guadalquivir más suburbial, ¿cómo se siente en medio del panorama indiepop de clase media que nos rodea?

- Cada generación desarrolla su visión particular de la jugada. Eso es bueno, además de necesario, aunque, como bien dice, yo me muevo mejor en aguas revueltas y el acomodo preciso, que así se mantienen los ojos y el cuore bien abierto.

- Curiosamente iconos andaluces como usted o Kiko Veneno, o... han sido trasplantados por aquí. Ahora que vive fuera, ¿Sevilla abduce?

- Sevilla es ombligo peludo revestido de pegajosa melaza. Es ciudad de grandes contrastes y tiene tela de arte. Lo que pasa es que cuando se te rebota puede ser muy de dar en yunque. Yo a Sevilla la quiero tanto que me he venido a vivir a León.

- ¿Hay posibilidad de que se reúnan los Mercenarios?

- La verdad es que nos llevamos muy bien a día de hoy, lo que pasa es que, aparte de que el Cuchara murió el año pasado, como Miguel vive en Alicante, Jesús en Madrid, Juanjo en Sevilla y Ricardo está retirado del asunto, pues se pone todo un poco cuesta arriba.

- Su primer disco lo grabó con Félix Arribas, donde también debutaron Lagartija Nick... ¿Qué le parece la trayectoria de los grupos granadinos coetáneos suyos?

- Tanto los 091 como Lagartija Nick figuran entre mis bandas favoritas de este país. Ambas atesoran repertorios envidiables. El año pasado pude ver un par de conciertos de la gira de los 091 y la verdad es que lo rompieron todo. Los Lagartija siguen sorprendiendo en cada disco y me gusta muchísimo la visión que tiene Antonio Arias del asunto, es una mente inquieta y eso es genial para el rock&roll.

- El Dogo 2018, ¿cómo anda de dentadura? ¿Sigue mordiendo la yugular?

- Pues, si digo la verdad, de la piñata ando regular. No se ven huecos porque tengo más puentes que el río Sena, aunque se sueltan de vez en cuando y me los pego yo mismo con Loctite para gran disgusto de Cristina, mi señora. Para lo del cuello mejor tiro de la nuca, bien ponderada colleja o pescozón, todo un clásico infalible.