ARTISTAS, GRUPOS...:
GÉNEROS, ESTILOS...:
SALAS, FESTIVALES...:
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Xoel López suena a su música y su música suena a él. Nuestro redactor Ricardo Ruiz Varo conversó con el cantautor gallego sobre, cómo no, música (de la suya y de la de los demás), su vida, feminismo y, por supuesto, de 'Sueños y Pan', su álbum recientemente editado por EsmerArte que presentará en marzo en La Riviera (Madrid) y Razzmatazz (Barcelona).
Mediodía en Madrid en la terraza de una cafetería. Mediados de enero. Dejo de estudiar (qué mal lo pasa uno en exámenes) para entrevistar a uno de los cantantes que han compuesto la banda sonora de mi vida de los últimos años. En cierto momento, aparece un hombre delgado con media melena grisácea y gafas. "Ahí está Xoel", dice Pablo Camuñas, el encargado de la promo de 'Sueños y pan', el último trabajo del cantautor gallego. Conforme se acerca, parece que estoy escuchando una de las frases de 'Serpes', una de mis canciones preferidas (y eso que no entiendo ni papa de gallego). XOEL LÓPEZ suena a su música y su música suena a él. 'Sueños y pan' suena a su vida en Buenos Aires y a su vuelta a Madrid, a sus sueños y a sus inquietudes. Suena a él. Durante media hora conversamos sobre música (de la suya y de la de los demás), de su vida, de feminismo y, por supuesto, de sueños y de pan.
- ¿Por qué sueños y pan?
- Al final mi vida va de eso, de soñar y de trabajar. El pan representa el trabajo digno y noble. Hay mucha nobleza en el oficio del panadero. Pero también en el que planta la semilla, en el que consigue que germine, en el que convierte esa semilla en harina, en el que convierte esa harina en pan y en el que va y la vende. De alguna manera, para mí, es como la composición: Compongo con esas semillas, que son mis emociones, esas que a veces están debajo de la tierra y nos cuesta conocer mejor porque están ocultas. De ahí nace una canción, que es la espiga y yo luego tengo que producir el disco, que sería el horno. Luego distribuir el pan, que serían las giras, y venderlo finalmente, que sería la entrada del concierto. Al mismo tiempo, la parte de los sueños hace referencia a todo lo onírico, lo artístico, lo emocional... lo que se supone que es mi trabajo. Por eso puedo decir que está la tierra, en la semilla. Está el agua, en la harina. Está el fuego, en el horno y está el aire, en los sueños. Los cuatro elementos están presentes en el disco.
- ¿Y cuáles son tus sueños?
- Mi sueño, al principio, era vivir de la música. Ahora es vivir del aire (risas), que es muy difícil. Fuera de bromas, ahora mi sueño es mantener este sueño al que he llegado, es decir, vivir de la música. Sé que no ha sido gratis, todo ha sido a base de mucho esfuerzo, pero siempre hay un factor de suerte. Seguir soñando es a lo que aspiro.
- El single de presentación fue 'Jaguar', una canción cuya interpretación da entender se la dedicas a tu hijo, a la paternidad...
- Grosso modo, sí, pero creo que también tiene mucho que ver con lo que tener un hijo te aporta en cuanto a entender la mentalidad de un niño. En esa canción nos hemos permitido, a través de esa idea, jugar como jugaría un niño con la música. Hemos mezclado elementos que aparentemente resultaban inconexos y hemos jugado a ser niños, cosa que es muy sana, sobre todo en el arte. En el mundo de las artes, la mentalidad infantil es algo que uno quiere siempre recuperar a través de su arte. La hemos elegido como single porque nos parecía que enganchaba con alguna parte de 'Paramales'. Ángel Luján, el productor, y yo queríamos retomar desde ahí, nos parecía un buen punto de partida para seguir. Pero, al mismo tiempo, creo que no es representativa de todo el disco, es decir, representa el puente, el eslabón hacia todo lo nuevo.
- ¿Quién crees que da el significado a las canciones: el autor o quien las escucha?
- Quien las escucha. De hecho, yo a veces doy mi visión como si fuera uno más. Cuando compongo, no sé ni siquiera ni quién compone, es algo que sale de manera casi abrupta, no lo controlo. Es algo que se mueve a gusto de mi mundo interior, y que yo trato de domar y de darle forma de canción. Pero también, después, me toca reinterpretarme. Yo creo que las canciones las termina cada uno. Las canciones están inconclusas hasta que las escucha y las interpreta alguien. Por eso son tan poliédricas y por eso son un método de comunión y comunicación con el mundo. Las canciones unen a la gente y, de alguna manera, trascienden al propio autor.
- Entonces, en el momento en el que sacas una canción, esa canción deja de ser tuya y pasa a pertenecer a la gente...
- No deja de ser mía pero también es de la gente. No creo que una cosa vaya en detrimento de la otra. Las canciones son todo lo que la gente quiere que sea y eso es infinito. Ahí te das cuenta de la complejidad del ser humano, de que a veces queremos hablar categóricamente de las cosas y que eso es imposible.
- 'Atlántico' se compuso en Buenos Aires. 'Paramales' lo compusiste cuando volviste a Madrid. Y 'Sueños y Pan', podríamos decir que lo has compuesto cuando ya estás instalado definitivamente en Madrid. ¿Se trata de una trilogía que habla sobre tu ida y vuelta de Argentina?
- Creo que sí. No es algo intencionado, es algo que surgió de una conversación con Quim, mi manager: él me dijo que lo veía como una trilogía, me gustó y tome esa idea como mía. Hay algo del tipo que se va, de la aventura que corre y de la transición hacia volver a Madrid y este es un disco del regreso, de la vuelta a la tierra.
- En el disco hay dos canciones en gallego: 'Serpes' y una nana preciosa titulada 'Durme'. Antes cantabas en inglés y ya con Deluxe, sobre todo desde 'Que no', comenzaste a cantar en castellano, que es la lengua que utilizas actualmente, ¿volveremos a escuchar algún idioma nuevo en próximos proyectos?
- Podría pasar. Incluso canté en portugués una canción del mismo disco de 'Que no': 'Caetano Veloso'. En ese disco abrí las puertas hacia otros universos lingüísticos, entre los cuales estaba el mío propio, que es el castellano (aunque el gallego también). No obstante, eso no quita que me pueda permitir volver a probar en otros idiomas o volver al inglés. Me veo más cerca ahora que en el momento que hice el cambio, es decir, cuando en 2003 salió 'Que no' y 'Bienvenido al final' tenía muy claro que mi camino se encaminaba al castellano. Y ahora que estoy totalmente asentado en el castellano, siento que podría permitirme el lujo de hacer algo en otro idioma, porque ya estoy seguro de lo que soy y de lo que quiero.
- Bajo el nombre de Deluxe alcanzaste un gran éxito, sobre todo si tenemos en cuenta que nació en un contexto en el que el indie ni se acercaba a tener la aceptación que hoy en día tiene dentro del panorama musical español. Sin embargo, decidiste cortar con Deluxe y marcharte a Argentina a empezar de nuevo.
- Fue una cuestión entre personal y artística. No fue una cuestión mercantil y empresarial, porque si hubiese sido eso, no me habría ido. Necesitaba parar un tiempo, reflexionar, poner a prueba algunas cosas, ver qué pasa... qué pasa si me autoinduzco una crisis, si ya no tengo tanto éxito, si ya no sé quién es quién... Cuando te va todo bien, todo el mundo te sonríe. Por eso quería saber qué pasaba si todo me iba mal o si nadie me conociera... Empecé a hacer cosas que no hacía desde hace mucho tiempo, como tocar la guitarra en casas de amigos de forma distendida... Todo esto me ayudó a recuperar cosas, a conocerme mejor, a poner los pies en la tierra y a volver a plantar desde otro lugar.
- ¿Huías de la fama?
- En parte, sí. Considero la fama como una lacra. Si pudiera seguir viviendo de la música sin tener un reconocimiento que se parezca a eso que se llama fama, lo elegiría. No sé qué tiene de bueno la fama...
- En 'Atlántico' dedicabas una canción a Buenos Aires y en 'Sueños y Pan' se la dedicas a Madrid, ¿qué ha aportado esta última a tu carrera?
- Las ciudades son lo que uno interprete de ellas. A mí, Madrid me ha aportado profundidad, complejidad, aristas nuevas, dificultades... pero también abrazos, retos y sueños cumplidos: yo me hice músico profesional aquí, y eso se lo debo a Madrid. En cuanto mentalidad, es mi ciudad favorita: esa diversidad cultural, esa complejidad de los seres humanos que se ve reflejada en las calles, en el ambiente, en el metro, en el taxi, en el bus... Las ciudades nos obligan a ser sociales y eso me lo dio Madrid. Aunque, también te digo que ahora mismo podría irme a vivir a un campo y también sería feliz.
- En 'Lodo' dices: "Y quizá hayas andado el camino ya, cuando mires atrás. Si estás atrapado en las sombras, aguarda, aguarda. El lodo crece en las flores más altas". En esta canción, ¿hablas de tu viaje introspectivo a Latinoamérica?
- En parte sí, pero creo que estas son cosas de las que uno se va dando cuenta con el tiempo. En ese momento, no tenía tiempo para reflexionar y cuando paré, es cuando me pude permitir ver las cosas más claras. Me di cuenta de que había hecho muchas cosas sin tener tiempo para digerirlas. Está muy bien vivir intensamente, pero también uno necesita momentos para encontrarse, para reubicarse. De hecho, esa canción habla de que en el silencio uno se dará cuenta de todo, de que a veces hay que parar, hay que silenciar el mundo que te rodea para ver todo mucho más claro.
- Llama la atención que en tus trabajos siempre sueles hablar de ti mismo, de tu mundo interior, más que intentar convencer a la gente.
- Sí. No me gustaría que nadie pensara que una canción mía es para intentar convencerle de algo. Sirve solamente para contar mi experiencia. Si a alguno le sirve para algo, le hace bien o le parece bonito, me doy con un canto en los dientes.
- De hecho, en este disco tratas temas muy personales como la paternidad (en 'Jaguar'), el amor (en 'Imsomnio') o tu admiración hacia una ciudad como Madrid. ¿Es tu disco más personal?
- O el verano en Lugo, con 'Serpes'. Sí, probablemente. Es una pregunta típica a la cual, por fin, puedo responder que sí. Este es un disco de la vuelta. A través de este trabajo canalizo mi necesidad de afianzar un refugio, con los míos y con todo lo que había dejado atrás en algún momento. Este también es mi disco más familiar, a nivel introspectivo. Al mismo tiempo, también es muy inconsciente.
- Se podría decir que personal es lo mismo que independiente. Pero, ¿independencia es sinónimo de calidad?
- No necesariamente. La calidad depende de tantas cosas que a veces, de una manera dependiente, uno puede hacer una canción hermosísima. Yo concibo mi música de esa manera, es decir, creo que a mí sí me hace muy bien tener esa independencia. Siempre he sido muy independiente en mi vida, me ha tocado sacar adelante muchas cosas yo solo. Pero también es importante ser dependiente de la gente en la que confías. Si me hablas de independencia en cuanto a discográficas, te digo que yo prefiero trabajar en pequeñas, es decir, trabajar con mi manager de toda la vida. Cuando empezamos, los dos éramos pequeños y nos hemos hecho grandes. Eso a mí me parece muy bonito. Es que si no... ¿qué haces? Te va muy bien y fichas por el Madrid. Joder, no sé, yo soy de un equipo pequeño, que es el Dépor, que ha conseguido una liga. Es decir, se puede soñar siendo pequeño, uno puede llegar a crecer por su cuenta. Por otra parte, me gustaría que todo estuviera más repartido, que no estuvieran todos los grupos en la misma discográfica, sino que hubiera más independientes.
- Desde el punto de vista musical, ¿qué es el indie?
- La definición de indie es más compleja que nunca, es decir, nunca estuvo tan complicado referirse a esa etiqueta. Hay mil formas de entenderlo. Es como una palabra casi vacía, ya casi no significa nada, porque cada uno lo interpreta de una manera: hay quien lo entiende como la independencia de hacer lo que tú quieres, ya sea jazz, blues o música africana. Al mismo tiempo, hay gente que lo entiende como un estilo determinado, es decir, hacer que los instrumentos suenen con un determinado ritmo. Pero, por ejemplo, 'Atlántico' tiene muchas influencias latinas, ¿es un disco indie?, independiente sí, pero ¿se consideraría del género indie?, pues no lo sé: tiene guitarras españolas, congas, instrumentos latinos... No responde a los cánones del género... El indie, al mismo tiempo, va evolucionando, se va abriendo... Antes no era indie hacer flamenco, ahora parece que sí... Entonces, ¿qué es el indie?, es algo muy difícil de definir y que además está en constante evolución. No puedo mojarme más.
- Y ahora que hay bandas como Izal, Vetusta Morla o Love of Lesbian que llenan recintos como el Palacio de los Deportes de Madrid, ¿crees que la música indie está dejando de ser independiente?
- Es tan compleja esa pregunta que me da hasta vértigo responder, porque podríamos estar hablando varias horas más. Creo que habría que analizar caso por caso, es decir, seguro que algún margen de dependencia adquiere un grupo indie cuando hace determinadas cosas. Hablar en genérico de esto cuesta, porque hay casos y casos. A veces, también hay momentos para depender. No lo sé, eso va con cada grupo y artista.
- Has llegado ya a la cuarentena, eres padre, tienes una familia... En un panorama como es el indie español, donde cada año nacen 5 o 6 bandas nuevas emergentes, ¿cuál es tu sitio dentro de la industria?
- El de seguir trabajando dignamente y paso a paso. Siempre he estado moviéndome en un lugar intermedio, así que me gustaría seguir ahí. Veo entrar a gente muy joven y eso me parece precioso, me encanta. Igual que hay gente mayor que se está enganchando ahora a este mundillo. No sé, me gustaría pensar que mi lugar es estar rodeado de toda esa gente diversa y variada, pero no sé cuál será en el futuro.
- En varias ocasiones te has declarado abiertamente feminista. En una industria como la música, en la que la presencia de hombres es mucho mayor que la de las mujeres, ¿qué se puede hacer para dar más protagonismo al género femenino?
- Ojalá tuviera yo la clave. Llevo trabajando con mujeres en la banda desde que comencé "Xoel López" y es algo que no ha sido casual, está pensado. Es un pequeño detalle que creo que ayuda. Declarándose feminista, uno también puede hacer que la gente se replantee qué es el feminismo. Todos formamos parte de una sociedad machista, todos cometemos micromachismos y hay que ser conscientes de ello.
- ¿Tienes ya alguna idea de cómo será el directo?
- Ahora mismo son solo cosas que tengo en la cabeza. Seremos seis personas y ya veremos cómo llevamos al directo la complejidad del disco, porque no es fácil. Es un reto que tengo ganas de afrontar. El 1 de marzo estaré en La Riviera (Madrid) y el 24 en Razzmatazz (Barcelona), ahí veremos el resultado.
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ
Prometemos no ponernos pesados... ;)
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ