JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 28/01/2018

El multi-instrumentista cordobés (de la Córdoba argentina) Daniel López arrancó a este lado "del charco" su carrera musical con dos discos: 'Tangos de aquí y de allá' y 'De mares y caminantes' tras realizar el camino inverso que hace un siglo hicieron toda suerte de "gachecos". En aquellos discos buscaba el encuentro entre los ritmos populares de la América del Sur con otros de dispar procedencia. En eso sigue, si bien con una pausa de un buen puñado de años. Tras animarse (le han animado, mejor dicho) a volver a poner en bits sus canciones, incluso le han empujado casi a subirse al escenario, y el pasado fin de semana en el Teatro Isidro Olgoso de Granada ponía en su megafonía esa grabación nueva que ha llamado 'Los 50', sin nada que ver (a pesar de la grafía) con la marca de bisutería similar.

López ha hecho el cedé entero a medias con el productor guineano Pepe Dougan (muy activo por Granada últimamente) pero en directo no lo puede hacer todo, así que se reservó la guitarra, el bandoneón, y a ratos la voz, cediendo protagonismo, de izquierda a derecha, a Miguel Pérez, Rafa Lozano, Dougan, Patricia Castilla, Moncho Antelo, Pocho González y Fernando Wilhemi. Equipo muy adaptable y trasversal que partiendo, generalmente, de los ritmos autóctonos surfean otros mares para perfectamente arribar a buenos puertos cubanocaribeños, jazzísticos o flamencos. Esa es la intención.

Con una garganta rasgada por los virus fue encantadoramente suplementado con la voz calidísima de Patricia (grupo Influencias) que se hizo cargo también de buena parte las intervenciones cantadas, como Moncho y Pocho al final en entonados y recitados. En López resuena la tradición pero cuesta encontrar la pureza estricta -el significativo bombo legüero apenas sonó hasta el final, por Yupanqui), ya que sorprenden los vericuetos coloristas de los arreglos de Dougan, con resonancias insólitas: por momentos, con Castilla en la voz traían a la memoria a los Return To Forever de Chick Corea y Flora Purim.

Zambas, Chacareras (muchas), Milongas, Cuecas... se mezclaron gozosamente inventando híbridos como la "Chacarera Flamenca", explicados didácticamente por López. Sonaron unos lorquianos 'Cuatro Muleros' "mundo-mundializados", una deliciosa y mucho más respetuosa (¡la perfección no se toca!); 'Los ejes de mi carreta' a todo swing, y la fiesta del 'Casamiento de negros' (curiosamente llevada al repertorio gringo bajo el nombre de 'Melodía loca'), fue eso, una locura. EL CONVENTILLO abre la puerta de nuevo, pasen y oigan.