JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 04/12/2017

Es un clásico prenavideño desde hace ya veinticinco temporadas, cuando LOS ESCARABAJOS llegaron por primera vez a la Facultad de Ciencias (por cierto, siendo parte vital de la historia de la música en Granada, ¿por qué ya no se hacen conciertos en su Aula Magna?). Su gira andaluza de fin de año cantando a los Beatles en Granada llega puntualmente al Planta Baja mañana día 5 (21h). Y lo harán a lleno completo como es también tradicional, porque la beatlemanía no decae. Y es que no hay año en que los de Liverpool no estén de actualidad, sea por el Circo del Sol, un videojuego, la remasterización de lo ya masterizado mil veces, por un nuevo musical o, como ahora, porque toda su discografía se puede comprar puntualmente en primorosas reediciones en los kioscos de prensa, siendo el primer grupo del pop y rock que estrena ese circuito de distribución. "A mí, qué quieres que te diga, pensaba y pienso que me iba a deprimir ver a los Beatles en cartones por los suelos, y me deprime: ayer tuve que apartar a mi perro de la esquina del kiosco donde estaba el 'Rubber Soul' en el suelo para que no levantara la pata encima". Quien así habla es Enrique Sánchez, una eminencia sobre el mundo Beatle y cerebro de Los Escarabajos, que avanza: "lo que sí va ser novedad va a ser la reedición estas navidades de la colección de felicitaciones navideñas que editaron en flexidisc desde el 63 al 69; lo harán en una caja con un diseño exquisito".

Tras haber escrutado a los Beatles hasta con microscopio (Sánchez es farmacéutico y "gasta" el método científico) desde 1991, Los Escarabajos encuentran una novedad cada temporada, sea emular el concierto de la terraza de Apple en un hotel sevillano, grabado en vídeo también, o representarnos en el Beatle Week de Liverpool. Ahora han encontrado en el disco póstumo 'Love', remezclado por el hijo de George Martin, el argumento para la temporada bautizada 'Love Is All We Need', uniendo en directo piezas de tonos similares de toda su discografía. Eso sí, al final complacen peticiones y podrían hacerlo hasta el amanecer porque se las saben todas. ¡Qué día el de aquella noche! ¡vaya resaca!