RICARDO RUIZ VARO  |  Madrid, 21/11/2017

Hubo un tiempo en el que los grupos y artistas tildados como "indies" sufrían para poder llenar salas de Madrid en sus finales de gira. Eso no se llevaba, era una "música muy rara" que solo escuchaban 3 o 4 alternativos para hacerse los diferentes. Seguramente habrá gente que todavía siga pensando eso. Yo les invito a que el día que salga el DVD de 'El gran truco final', se acerquen a la tienda más cercana, lo compren y se sienten a verlo. Porque sí, porque el indie ahora se lleva. Antes lo hicieron grupazos como Vetusta Morla, Izal y Supersubmarina. Ahora ha sido el turno de LOVE OF LESBIAN, y en diciembre serán Los Planetas y Sidonie quienes reventarán el WiZink Center de Madrid.

Pero centrémonos en lo que hoy nos concierne. "La primera vez que tocamos en Madrid, vinieron dos personas", exclamaba Santi Balmes a las casi 15.000 personas que habían ido a verles esa noche en Madrid. Cómo son las cosas: un día estás peleándote con dueños de salas para que te dejen tocar, y al otro estás haciendo llorar a todo un Palacio de los Deportes a reventar. Ha sido necesario esperar veinte años para que los "lesbianos" pudieran sentir qué se siente al ver a miles de personas coreando sus nombres... Pero bendita espera.

Antes de comenzar a degustar lo que iba a dar de sí 'El gran truco final' de 'El Poeta Halley', Mucho nos ofrecía un aperitivo a la altura de las circunstancias. De una mezcla de componentes de The Sunday Drivers y Underwater Tea Party no puede salir sino algo muy bueno. Con un pop a veces psicodélico, otras, cercano al electro-rock, con letras irónicas y peleonas, se ganaron desde el primer momento a la gran legión de seguidores "lesbianos", entre los que se encontraban más de uno y de dos (y de tres...) seguidores de Mucho.

Minutos después, comenzaba a sonar de fondo, por fin, la archiconocida voz de Santi Balmes, aunque aún sin ser en directo. El sonido de fondo de 'Qualsevol nit pot sortir el sol', como si de una voz en off presentadora del show se tratara, daba comienzo al gran espectáculo que teníamos por delante. Tal y como nos tenían acostumbrados durante esta gira, lo primero que se escuchó fueron los primeros compases de 'Cuando no me ves'. Con Jordi, Oriol, Ricky, Dani y Julián sobre las tablas, la voz de Santi inundaba el Palacio, pero sin él sobre el escenario. En su lugar, una gran sombra china de su silueta en la pantalla vertical del escenario cantaba aquello de "solo cuando no me ves, si no me ves..." Pero en seguida apareció Santi, el real, para dar comienzo a 'El Gran Truco Final', que iba a hechizar a miles de personas a partir de ese momento.

Aquello de dejar los temas más conocidos para el final no van con Love of Lesbian, así que después de 'Bajo el volcán', fue el turno de 'Allí donde solíamos gritar', provocando más de una lágrima entre el público, que no iba a ser sino un pequeño aperitivo de esa gran explosión de emociones en la que se convirtió el bolo. Con saxofón, trompeta y trombón incluidos, se sucedían temazos tan míticos como buenos: 'Nadie por las calles', 'La Niña Inmantada' (una de las favoritas de un servidor) y 'Maniobras de escapismo'. A continuación, 'Contraespionaje', a dos voces entre Coque Malla y Santi fue una delicia que hizo olvidar el momento tenso y cómico que supuso que Coque no saliera al escenario en el momento en el que le llamaron.

Hubo tiempo también para acordarse de todos los que hicieron posible la gira (que no son pocos) con 'Los seres únicos', sin olvidarse de Joan Ramón Planell, quien decidió abandonar el grupo este mismo año, un gesto que honra al grupo barcelonés.

Fueron dieciséis canciones seguidas hasta el primer mini descanso del concierto, que pasaron de la apacible melodía de 'Los males pasajeros' o la gran '1999', al éxtasis de 'Belice', 'Incapacidad Moral Transitoria' o 'Algunas plantas', para acabar con el gran himno al amor propio de 'Me amo' y el irónico homenaje a los fans histéricos, de 'Club de fans de John Boy'.

El "Segundo Asalto", comenzó con un truco del Mago Pop en pantalla, que anunciaba que aún quedaba mucho por ver de 'El Gran Truco Final' de Love of Lesbian. No podía comenzar el bis con otra canción: 'Segundo Asalto'. Miles de pequeñas luces, provenientes de los catorce mil móviles que acompañaban a los asistentes al bolo, iluminaban el WiZink. Lo que quedaba de concierto fue una fiesta continua: 'Oniria e Insomnia', 'Psiconautas' y 'Manifiesto delirista' como preámbulo para la llegada de Buda, Schopenhauer y Murakami coreando el ya más que famoso "Fantástico" de 'Los toros en la Wii'.

Pero aún quedaba el postre, que bien podría pasar como plato principal. Con Santi y los suyos en el backstage, entre el público se oía "Aún falta 'Incendios de Nieve' y 'Planeador'". Así fue. 'Incendios de Nieve' dio comienzo al conjunto de tres canciones que cerraron la gira. Lo que no nos esperábamos fue escuchar 'El Poeta Halley'. Me atrevería a decir que fue el mejor momento del concierto. Escuchar a Santi Balmes recitar cantando ese poema hecho canción es una delicia que apenas se ha podido disfrutar durante la gira hasta este concierto. Y si lo rematas con Serrat recitando el final de la canción desde la pantalla, la lágrima es ya casi innegociable. La soltaron muchos entre el público, pero también lo hicieron Santi y sobre todo Oriol desde la batería, provocando que el sentimiento de empatía del público con el grupo aumentara y se cumpliera aquello que Santi había dicho al principio del espectáculo: "Esto no es un concierto, esto es una gran reunión de amigos". 'El Gran Truco Final' terminaba como no podría ser de otra manera: el 'Planeador' volaba por última vez en Madrid, cerrando una gira que ha hecho más grandes, si cabe, a los ya más que consagrados Love of Lesbian.

En definitiva, una despedida a la altura de las circunstancias, cuyo pequeño fallo fue quizá el excesivo afán de protagonismo de Jordi Roig sobre el escenario que, en ocasiones, casi eclipsa a Santi en momentos en los que su voz debería ser la auténtica protagonista.

Se despidió Balmes del público madrileño diciéndonos que si durante lo que duró el espectáculo, habíamos conseguido olvidar los problemas de fuera, entonces su profesión merecía la pena. Y lo hicisteis, Santi, nuestro pequeño Poeta Halley os lo agradecerá siempre. Ojalá os veamos pronto sobre el escenario (no olvidemos que aún quedan los conciertos de Barcelona el fin de semana que viene). La espera se hará larga.