ARTISTAS, GRUPOS...:
M.A.P | Ernesto Aurignac | Marco Mezquida | Ramon Prats
GÉNEROS, ESTILOS...:
SALAS, FESTIVALES...:
Festival de Jazz de Granada | Teatro Isabel la Católica
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Ayuntamiento de Granada | Diputación de Granada | Oficina Técnica. Festivales de Jazz | Autogestionados
El trío M.A.P, integrado por Marco Mezquida al piano, Ernesto Aurignac al saxo y Ramon Prats a la batería, llevó al público de su concierto en el 38ª Festival Internacional de Jazz de Granada por un viaje de sensaciones. Crónica de Juan Jesús García.
A veces tres son multitud. Fue el caso del M.A.P (Marco Mezquida, Ernesto Aurignac y Ramón Prats) a su paso por el Festival granadino, uno más de sus ristra de actuaciones festivaleras levantado pasiones y elogios. Son tres ases "sin contrabajo" como decía el saxofonista en estás páginas, sin toma de tierra que les obligue a bajar a ras de escenario, y no bajan. Han sido elegidos como responsables del "mejor directo del jazz español" y el "mejor disco" editado el año pasado, y en el Teatro Isabel la Católica explicaron detenidamente las razones.
Si alguna vez graban un disco en directo tendrán que acudir al antiguo formato de cofres de varios vinilos, porque son tres almas libres volando en formación, o no, pero volando durante noventa minutos casi sin pausa. De hecho denominan sus conciertos como "un viaje", pero en el sentido más de trip o trace, donde se sabe cuando uno comienza a coger altura (lenta y misteriosamente con platillos y las cuerdas del piano pellizcadas), y cuando se regresa, pero no lo que pueda pasar por el centro. Y ahí maniobran entre considerables volúmenes de sonido, por momentos en crisis aparentemente incontrolables, hasta que los tres anticipan un cambio de tercio, siempre generando el vértigo del abismo.
Lo que en disco suena separado aquí dio forma a una suite de una hora del tirón en la que el virtuosismo de cada uno, esa belleza infinita de Mezquida en las teclas, el fulgor fogoso del malagueño con el alto y las poliritmias imposibles (hasta con los pies "encima de la mesa") del baterista son sólo mimbres para tejer un concierto que resultó en una suerte de tobogán infinito de sensaciones: desde las más extremas y brutales hasta el lirismo más conmovedor. Y cuando parece que no puede ir más allá... lo hacen.
Además de un viaje, ese continuo sonoro sirve igual como base para que la imaginación añadiera imágenes de una historia emocional con sentimientos de éxtasis, dolor, poesía, irritación, paz, crisis, épica... y jazz, jazz como excusa, porque rememoran la electricidad perturbadora de bandas como Colosseum o King Crimson. En términos coloquiales una pasada (rasante y estratosférica) que cogió por sorpresa al público. "No sabemos lo que va a suceder, cada noche es un viaje muy profundo en conexión con nuestras mentes" apostillaron casi sin aliento. Y lo que pasó es que el público, en pie, despidió encendido esta "MAP Experience".
No fue ajeno a ese final entusiasta el añadido tras la exhibición previa de un 'Body & soul' redondo, y el astuto punto final regalado de un vivificante siempre 'St. Thomas', que garantiza un final de viaje feliz, en este caso en clase VIP.
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Prometemos no ponernos pesados... ;)
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