JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 01/11/2017

Profesor, agitador y protagonista de todo tipo de iniciativas sonoras, el trompetista DAVID DEFRIES corta la cinta inaugural del Festival Internacional de Jazz de Granada de este año con un concierto extraordinario, mañana jueves, día 2, en el Auditorio Manuel de Falla, uniendo su más reciente equipo de trabajo, The New Gutbucket Academy, con la ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA para un homenaje a Coltrane, Duke Ellington y Thelonious Monk en su centenario.

David nació en Londres (1952) donde se desarrolló como músico de jazz en forma esencialmente autodidacta, comenzando por las ramas más tradicionales del jazz, hizo múltiples viajes e incursiones musicales en diversos ritmos africanos, caribeños, brasileños y finalmente fusión, junto a grandes artistas. Ha participado como músico invitado de conocidos grupos y orquestas de diversas tendencias: en los años ochenta tocó con Don Weller, Julian Bahula, Dudu Pukwana, Chris MacGregor, Irakere o Mark Wood grabando un primer disco llamado 'The Secret City'.

En los años 90, Defries se trasladó a España, donde formó en el cuarteto del extraordinario guitarrista argentino Santiago Reyes (con Francisco López y Valentín Iturat) recalando definitivamente en Granada para vivir, donde encontró "familia, huerta ecológica, aguas termales, manantiales, flamenco, OCG..." y descubrió una "ciudad secreta": "La energía telúrica, una cruz magnética bajo tierra que aumenta los pensamientos positivos, y negativos. Eso puede explicar la "malafollá" granadina, pero, personalmente, me la encuentro muy poco. Pero cuando la encuentro, me parto de risa porque es tan mundana, y la aprecio mucho por su contenido de farsa y tragicómico con mucha arte".

Y entre nosotros puso en marcha numerosos proyectos dinamizando el ambiente jazzístico de la ciudad, entre ellos la Big Band escuela de Amati, donde ponía en contacto a niños y adolescentes con la música despertando su sensibilidad ¿acaso parte imprescindible para la felicidad? "Depende de con qué música" responde Defries, que añade: "La felicidad de verdad es muy profunda, y transparente. Hoy en día, el entorno mediático es tan superficial que un tanto por ciento muy bajo de la población tiene contacto con música que abre caminos interiores y contemplativos, para manifestar alegría de verdad en la época post neoliberal, donde todo es negocio, y además, como en España que es un país de figuras..." y hasta ahí puede contar.

En los últimos tiempos ha formado con Jesús Hernández el grupo No Fear y ha hecho dúos con el guitarrista brasileño Guga Murray entre muchos más ya que es un solicitado solista. En este concierto el trompetista estará "incrustado" en la OCG, en compañía de su último proyecto: The New Gutbucket Academy, nombre tomado del término jazzístico "Gutbucket" que en la primera mitad del siglo pasado se refería a los músicos que tocaban con mucha emotividad, y es también un homenaje a la "Academy" de Platón, el olivar ateniense donde enseñaba a filosofar. Esta formación actualmente la forman Miguel Fernández, Víctor Colomer, Jaume Miquel, Cuni Mantilla, Jesús Santiago y Alfredo Sarno, mientras que la OCG será dirigida en este concierto por Peter Biely.

Duke Ellington y Thelonious Monk son el eje central de su programa de hoy sobre los que ha hecho un trabajo creativamente muy jazzístico: "He estudiado Ellington y Monk con Chris McGregor, el único pianista que conocí que podía entrar en la filosofía musical de los dos sin imitar maneras y clichés. He compuesto sobre una estructura de armonía de Coltrane, siguiendo la tradición de los Jazzeros de componer nuevos melodías sobre armonías ya existentes: por ejemplo 'Evidence' de Monk basado en 'Just You Just Me'. Coincidió además que este año es el centenario de nacimiento de Thelonious Monk, el 10 de octubre". Motivo añadido para que el imprevisible pianista al que Cortázar describiera "un oso investigando las colmenas del teclado" suene en la inauguración de un festival internacional de ese jazz que el impulsó y que se disfruta únicamente cada noche en directo: "Hay demasiada música reproducida mecánicamente (discurso de Bela Bartok, 1937, especulando acerca de los efectos en la humanidad de la música grabada). Esto no siempre fue así; el pianista Bill Evans cuando fue preguntado sobre el motivo por el que llevaba tiempo si editar discos respondió que 'solo grababa cuando tenía algo que decir'", concluye el trompetista, cuyo concierto con la OCG será único e irrepetible, y quedará para ser saboreado en el recuerdo de los que asistan.