JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 20/10/2017

Con decenas de citas musicales cada fin de semana es tan normal que haya coincidencias (fatales) entre nombre similares, estilos parecidos y públicos cercanos, que empieza a ser habitual tener que elegir entre conciertos programados a la misma hora y el mismo día: ¡hasta dos festivales benéficos en favor de refugios de animales abandonados han tenido que competir entre ellos en día y hora! Es lo que tiene Granada, "la ciudad del rock", que hay mucha oferta, muchos sitios y pocos días hábiles. Y si ahora ZIGARROS (en la sala Plantabaja) tendrán a la par a SÔBER (en la Industrial Copera), la semana próxima vuelve ocurrir lo mismo con Hamlet y Avalanch. Los dos de este fin de semana y los dos venideros, recomendables los cuatro. Es lo que hay, haber pedido vivir en Jaén o Teruel (por ejemplo) en vez de en Granada.

Los hermanos Escobedo siguen al frente de Sôber, el último grupo nativo con ribetes metalizados que ha sido superventas en nuestro país: 'Paradÿsso' alcanzó el "Disco de Platino" -100.000 discos vendidos, qué cosas pasaban antes- y 'Reddo' logró el "Disco de Oro". Hace dos años celebraban su vigésimo aniversario con una gira total que incorporó a sus marcas paralelas, Savia y Skizoo, y en 2016 volvía al estudio para facturar 'Vulcano'. Para 2018 anuncian una versión sinfónica de 'Paradÿsso'.

Puritito rock and roll es el que traen los "Glimmer Twins valencianos", los hermanos Tormo, Ovidi y Álvaro, cuya renacimiento como Zigarros ha refrescado las posibilidades comerciales del rock&roll en castellano un tanto decaídas después del paso del indie mainstream. Tras separarse de la banda Los Perros del Boogie en 2011, proyecto en el que habían ganado relevancia a nivel nacional y habían compartido escenario y cartel con sus homólogos del sector (desde Burning a AC/DC), los Tormo formaron el grupo Los Zigarros, que con Isma Romero y no muchos más reverdecen los años del más espídico y contagioso rocanrol. Su aproximación al género es fresca y rabiosa, con directos contundentes y letras pensadas para celebrar la mala vida en coro. Incluso en bramantes coros de 40.000 personas, como los que entonaron sus canciones cuando abrieron hace semanas para los Stones en Barcelona: "Hoy es el mejor día de nuestras vidas, y de vuestras vidas también" dijeron, y fue verdad.