JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 05/05/2013

Cada uno de los conciertos que ha dado este amplio grupo ha sido un lleno en las salas donde han tocado. Para ser un grupo "nuevo", tiene ya club de fans e incondicionales que son capaces de bajar de las montañas para cada una de su apariciones. Y, ¿qué tienen LOS PORTAZOS? Pues gracia, un saleroso gracejo "granaíno" que será difícil de exportar fuera, pero que aquí produce hilaridad por la apropiación de los localismos más estereotipados, algo así como "los Chanclas" pero en versión "buenafollá" ("¡niposha!").

En el estreno de 'La cara la virgen' estuvo el "todo-Granada", ese VIPS al que nunca hubiésemos visto en un escenario de caseta de feria, ni epilogando un concierto por sevillanas. Globitos de papel y banderitas de "finolaína" adornaron el "tablao" para su concierto, en el que cada canción se reflejaba en sonrisas (y hasta carcajadas) corales en el respetable. Portazos pueden hilar fino (y todo lo contrario), musicalmente suenan con cuerpo y solvencia, no en vano hay varias conocidas en su banquillo, y se presentan con un saludable espíritu de antiestrella del pop&roll.

Con su programa de mano uno recuerda las delirantes sesiones televisivas del celebre pianista Stefano Bollani "al modo de" (buscar en Youtube, vale la pena), en su caso al modo de Planetas, Doors, Expertos, Parálisis, La Polla, Byrds... y ellos (los aludidos, los vivos y presentes claro, encantados). Comparten con Impresenteibols (o Los Guachis: delirante su adaptación de 'The wall') lo de hacer versiones "acondicionadas", pero son mejores aún cuando sugieren más que enseñan, como en des-piezas del tipo 'Cuerpo extraño' o 'Quién lo lleva mejor', y en resecos instrumentales fronterizos que ni Los Coronas. Los Portazos son más de aquí que un calendario de Muebles Molina, "loquescushanlohgranaínos".