MIGUEL LOPOTT  |  Madrid, 24/11/2012

Hasta mañana, 25 de noviembre, tienes oportunidad de asistir en el Teatro Lara de Madrid a una de las mejores comedias de la temporada, 'EL MANUAL DE LA BUENA ESPOSA'.

Comicidad en estado puro a través de doce historias cortas magistralmente interpretadas por Natalia Hernández, Llum Barrera y Mariola Fuentes. Las tres dan buena cuenta de su talento y sus dotes interpretativas (y sería injusto destacar a una sobre otra) en esta farsa escénica sobre el papel de la mujer en la franquista y ultracatólica Sección Femenina, sus roles y sus pautas de comportamiento en un entorno educativo de puro alienamiento nacionalcatólico-falangista. Llevando el humor a sus cotas más altas, las tres actrices nos muestran los estereotipos y costumbrismos de la época, que vistos desde nuestros días provocan la hilaridad por sí mismos.

'El Manual De La Buena Esposa', soberbiamente dirigida por Quino Falero, cumple a la perfección el objeto de que persigue: divertir y entretener. Como espectáculo de sketchs que es, resulta fundamental el equilibrio entre escenas, así como la versatilidad en los registros de las actrices, y ambos requisitos se superan con creces. Si a ello unimos unos guiones frescos, dinámicos y divertidos, construidos a medida por seis autores habituales del mundo del teatro (Yolanda García, Anna Costa, Verónica Fernández, Alfredo Sanzol, Miguel del Arco y Juan Carlos Rubio) para caricaturizar y hacer burla de aquella realidad de pandereta surgida en la posguerra en el que el papel de la mujer se redujo a lo mínimo imprescindible y a su abnegación a la familia y al esposo, el éxito está asegurado.

Decantarse por alguno de los episodios es harto difícil, eso dependerá del propio espectador, pero, si por carcajadas en el patio de butacas pudiéramos señalar algunas, allí estarían, sin duda, 'All you need is love', 'Guindas al pavo', 'Nazis desnudas' o 'Deslices de flecha'.

Una representación para todos los públicos, especialmente recomendable para las mujeres, con risas garantizadas y con el aliciente de un humor fino para parodiar una etapa de horror y represión a las mujeres afortunadamente ya superado.