JESÚS CASADO  |  El Puerto de Santa María (Cádiz), 17/10/2012

La cuarta edición del querido y siempre esperado MONKEY WEEK ha dejado el regusto que año tras año me aporta este encuentro: gran ansia de vivir su próxima edición y la sensación de no acaparar ni un 10% de lo que allí se ha cocido. Desde BuscaMusica.es nos sumamos a la afirmación de Don Paco Loco que hay que agradecer a Tali, César y Jesús que lleven ya cuatro años poniendo en el entorchado musical a El Puerto de Santa María. Porque, que todo el mundo lo sepa, esta locura fue engendrada y es organizada año tras año por tres amigos con sangre, sudor y quizás alguna lágrima. Bravo por ellos. Tres días, 136 conciertos, conferencias y mesas redondas dan para mucho. Pero lo que me ha quedado claro es que, aunque se ha perdido este año El Monasterio, es que no he oído a nadie echarlo de menos. La ciudad ha seguido siendo un hervidero día y noche y no se ha producido el corte de horario y ambiente que generaba el hecho de cambiar de emplazamiento. Puedo decir sin temor a equivocarme que éste ha sido el mejor año de los cuatro y en el que más afluencia de público he visto. El tiempo también ha acompañado. Lo que no me ha acompañado ha sido nadie para poder enriquecer esta crónica ya que los medios webs sólo hemos podido contar con una acreditación, así que, como comprenderéis, relataré lo que yo sólo pude abarcar.

Jueves 11.

La composición del cartel de bienvenida ha sido sencillamente impresionante. Pony Bravo, escogidos por los organizadores como grupo de referencia en España, han sido los encargados de invitar a sus dos grupos nacionales preferidos. Y lo cierto es que tienen un gusto exquisito. Abrió la noche Lisabö con su habitual luz blanca fija (inspirada en Fugazi) y comenzaron los problemas. La acústica de la Mucho Teatro no está preparada para el voltaje de estos dos en uno y lo cierto es que arruinó su concierto. Imaginaos que, aun conociéndome sus temas al dedillo, hubo momentos en los que no entendí nada... En cualquier caso esta banda, que para mí son lo mejor que está dando actualmente el rock patrio, no cejaron en su empeño ni en actitud ni en dejarnos claro que su propuesta es inconmensurable. Grandes y únicos. Za! fueron los siguientes, aunque ya cataron el escenario en el último corte de Lisabö en una colaboración que no pasó a mayores. Los catalanes vinieron a desplegar 'Megaflow' consiguiendo meterse en el bolsillo una sala abarrotada a la que hicieron formar parte de su propuesta desde el minuto uno. Estos hijos bastardos de Mike Patton nos hicieron disfrutar de su festivo rock, free jazz, noise y psicodelia consiguiendo alabanzas de todos los presentes. Divertidos como pocos. Los "cabezas de cartel" de la noche, Pony Bravo se beneficiaron de un mejor sonido que sus predecesores, quizás por el hecho de exponer una propuesta menos ruidosa. Estuvieron en su nivel de costumbre con un público entregadísimo y coreando todas y cada una de sus canciones. Centraron su set en su última entrega, 'Un gramo de fe', con nueva colaboración de Za! (momentazo que ya predije en nuestro previo), aunque pudimos disfrutar dos cortes nuevos, 'Eurovegas' y 'Mi dni', corte de una originalidad pasmosa. Por ellos me vuelvo camello.

Viernes 12.

El viernes me lo tomé con calma debido a que había varias bandas que incomprensiblemente, dada su similitud estilística, se pisaban en el horario. Como por ejemplo Napoleón Solo y Checopolaco o Maga y Fon Román (más pecado aún). Es por ello que me centré en el escenario de la Plaza Alfonso X. The Wheel and The Hammond eran los primeros finalistas del Desencaja en saltar al escenario. Su concierto fue correcto pero sin chicha. Con su frontman desplegando una voz portentosa (más propia de realities tipo 'La Voz' u 'Operación Triunfo') se vieron sumergidos en su evidente falta de tablas. Checopolaco les siguieron. A la postre uno de los ganadores del concurso aunque su bolo no estuvo a la altura (es lamentable que el jurado otorgue su veredicto antes de ver y oír las actuaciones...) No comprendo cómo una propuesta sin una clara línea estilística (navegan entre los Lagartija Nick más cañeros y los Lori Meyers más popis) y con un vocalista que no dio una se ha podido alzar con este importantísimo premio. Más seriedad por favor. Freddie and The Filos (en la foto) dieron el bolazo de sus vidas. Con la plaza a reventar ya a las ocho de la tarde metieron al público de cabeza en su charco. Estos sevillanos son los nuevos Green Days del rockabilly. Con un sonido compacto y una calidad vocal fuera de toda duda hicieron que durante su actuación toda la plaza vistiera pantalón de cuero. Atentos a ellos. Mientras todo esto pasaba, Maga hacía lleno absoluto en la Milwaukee Jazz Club en un emplazamiento que no les hizo justicia en ningún caso. Y llegamos a uno de los descubrimientos del festival, Grises. Estos vascos no podrían haber elegido un nombre que les haga menos justicia. Porque todo es color en su propuesta. Con una media de edad bajísima, y una calidad compositiva y como músicos pasmosa, pusieron la Plaza Alfonso X literalmente boca abajo. Su danza indie puso a bailar al más pintado. No sé cómo resultará su disco (aún no he podido escucharlo) pero en directo fueron una locomotora. Uno de los grandes triunfadores del Monkey Week 2012. La Suite Bizarre supo aprovechar su hora de actuación (22h) y el hecho de encontrarse a un público ya calentito. Con su rollo sureño supieron ganarse al personal e irse con una nota bastante alta. La diversión está asegurada cuando bizarrean.

Sábado 13.

El sábado comencé mi periplo de mono con Gaggia. Banda compuesta por músicos de calidad contrastada (ex Neorama, Nadir) vinieron presentando 'Caballo', aunque nos deleitaron con tres cortes de su inminente segundo largo. Se les vio tensos y quizá algo fríos aunque ofrecieron un concierto solvente. Su propuesta no va de medias tintas; o los amas o los odias. En cualquier caso ellos siguen buscando enemigos. ¿Te apuntas? Tras Gaggia continuó Blam de Lam, los cuales repetían como finalistas del Desencaja. Tampoco este año tuvieron suerte. Su actuación fue correcta aunque desplegando una licitación más propia de escuchar en casa o en otro tipo de recinto. Grises y The News reventaron El Niño Perdido. Los sevillanos chulearon de hacer rock and roll, pero es que pueden chulear todo lo que quieran porque lo hacen de vicio. Tienen todo lo que necesita una banda para triunfar, sólo necesitan perseverar. Tiempo al tiempo. The Milkyway Express, a la postre ganadores del Desencaja, se beneficiaron de su hora de actuación (20h) en una Plaza Alfonso X abarrotada. Lo que no sabría decir es quiénes se beneficiaron más, si ellos o el público. Salieron decididos a disparar su exquisito revival a cada una de las cabezas allí presentes. Salieron a comerse el escenario, a comerse el Desencaja. Y dieron un conciertazo sencillamente brutal. Como ésta Sevilla, "mi arma". Mientras la Plaza se hacía al express, La Inesperada Sol Dual, otro de los descubrimientos y triunfadores del festival, hacía las delicias de los presentes en el Teatro Pedro Muñoz Seca. Con una puesta en escena espectacular (se trajeron veintiséis televisores...) y un directo cuidado al máximo, estos Ministry fiesteros dieron un toque industrial y electrónico al festival. Algo que agradecí y que no pareció tampoco disgustar al centenar de personas presentes. La inesperada fiesta asegurada. Tras el parón requerido de avituallamiento, entré en modo noche con las ideas claras. Toundra serían mi próxima presa. Tras mes y medio presentado '(III)' por tierras europeas había ganas de ver qué tal les había sentado el rodaje. Y parece que no fui el único, porque reventaron el local. No cabía un alfiler. Es curioso que una banda nacional de rock musculoso e instrumental esté teniendo la repercusión que está teniendo Toundra. Quizás algo está cambiando para bien. ¿Quizás nos hemos quitado los complejos? El concierto estuvo al nivel esperado, altísimo. Pero el emplazamiento... un auténtico antro. Parecían Nirvana en 1989 tocando en el cumpleaños de un colega. No digo más. Tras ellos The Last 3 Lines defendieron como pudieron (con una sala ya escasa de respetable) su última entrega, 'Visions from Oniria'. Un disco que parece hecho en cualquier sitio menos en España. Muy muy recomendable. Estos Placebo patrios lo intentaron al máximo pero los medios no acompañaron. Nada más terminaron me fui corriendo a la Mucho Teatro para no perderme un ápice de los que sí se podrían llamar los cabezas de cartel de la noche y también del festival. Y es que Gallon Drunk juegan en otra liga. Ellos no están en la escena emergente, ni mucho menos. Pero qué se puede esperar de músicos que han trabajado con Tom Waits, Spiritualized, Tindersticks o Lydia Lunch. Curiosamente con ellos desaparecieron misteriosamente los problemas de acústica del local... O quizás, ¿no tan misteriosamente? Insisto: ¡en otra liga!