JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 01/04/2012

La semana pasada, y bien entrado en la sesentena, el estadounidense Willie Nile dejo claro que en esto del rock and roll la edad es una dato relativo, que hay sesentones en plena forma y no pocos veintegenarios (según palabro de Albert Pla). José Manuel Fernández "Joe" (mitad del dúo Joe & Luis, ganadores del Festival de Benidorm en su momento ¡con Julio Iglesias y 'La vida sigue igual'!) se apunta a los primeros ya desde el mismo nombre de su grupo: WE CAN. Y lo hacen.

Hay que decir que la We Can Band es un grupo de versiones, una dedicación a los "grandes éxitos de otros" que merece pronto algún reportaje completo porque abundan y además llenan; lo dijo un sabio "a falta de originales buenas son la réplicas" y ya en Granada hay un buena tropa de replicantes. En este caso es de campanillas, ya que hay nombres muy ilustres de la música granadina en la alineación: es el caso del bajista (aunque ahora guitarrista) Nicolás Medina, que cede las cuatro cuerdas a su hijo Pablo, y en los teclados, guitarra y voces está Eduardo López (también hijo que fuera del cantante de los míticos Windys), y, del profesor Marcelo Huertas, sólo se puede decir que sigue siendo uno de los mejores baterías que suenan en Andalucía, como poco. Queda dicho que la ejecución es impecable, siendo un descubrimiento el manejo a pares de las guitarras.

Con estos mimbres, Joe ha abandonado el material propio (que salió en su momento con Bang) y ha decidido divertirse y divertir, que esto no se puede dar sin aquello. En este caso, además, deja libre un vena impostora que roza el histrionismo y hasta la provocación en los tiempos de padre y muy señor mío que corren. La munición son buenhumoradas e impecables adaptaciones, algunas traducidas incluso, 'El blues de la posada' ('Roadhouse blues') o 'Camina por el lado salvaje' (obviamente ésa), al lado de clásicos generacionales de Stones, Beatles, Procol Harum, Lynyrd Skynyrd, Gene Vincent... y otros sorprendentemente menos obvios como 'La Grange' de ZZ Top o un tremendo (y desternillante) 'Hocus Pocus' de Focus, material explosivo en las manos de Medina y Huertas. Si el lector tiene entre 8 y 80 años (con reparos), We Can Band son una garantía de pasar un buen rato, como les sucedió a los que llenaron el Aliatar la otra noche. Pueden, deben y lo consiguen.