JUANMA CANTOS  |  Madrid, 23/03/2012

El argentino FEDERICO LECHNER es uno de los pianistas que engrosan la nómina de músicos de gran nivel del panorama del jazz en Madrid. Sus innegables inquietudes le hacen especialmente afín a la experimentación de diferentes vertientes del jazz en diversas formaciones tales como el dúo que comparte con el armonicista Antonio Serrano, hacia el blues y las músicas brasileñas, o como este TANGO&JAZZ TRÍO que esta noche volvía al escenario del Bogui Jazz de Madrid. Si un pianista de la indiscutible calidad del argentino se rodea de un contrabajista excepcional como Toño Miguel y de un baterista tan polivalente como sobrio como es el cubano Michael Olivera, de tal mezcla no puede salir nada malo, más si cabe cuando lo que ofrecen en su directo es una apetecible y degustable apuesta por combinar sin complejos las músicas del cono sur americano (tango, milonga, zamba...) con el jazz. El Sur con el Norte.

Arrancaban el concierto con 'El Renguito', tema perteneciente a su álbum 'Beboponga' (18 Chulos Records, 2008) -trabajo que sirvió como eje central al repertorio que el trío ofreció al público del Bogui-, para, tras esta declaración de intenciones que mostró a las claras el concepto de fusión entre tango y jazz que el trío nos iba a brindar durante el concierto, traer al recuerdo la figura del manager Mariano Gutiérrez, recientemente fallecido, con la 'Zamba para Mariano' que Lechner ha compuesto como homenaje al que fuera alma mater de Klink Producciones. El tango-blues de impronunciable título, 'Esbaesbabaesbababa...', dio paso a un tango a cinco inspirado en Brubeck hasta en su título, 'Agarrá Cinco', para concluir el primero de los dos pases con esa milonga con escalas de bebop que da título a su -hasta la fecha- último disco, 'Beboponga'.

En el segundo pase, que se abrió con la -en propias palabras de Lechner- "versión mareada y expresionista" del tango 'Los Mareados' de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, el pianista llamó a Jorge Cerrato "Jato", primer bajista que formó parte del trío, para subir al escenario e interpretar la delicada 'Parasimón', a la que siguió una argentinísima versión del 'Donna Lee' de Charlie Parker. Encarando ya el final de la actuación, el trío viró hacia la milonga con la lenta 'Milobasonga' ('Otra mina') para cerrar con un tango vital y optimista, basado en la música griega, como es 'Gringo'. Para los bises dejaron la bellísima revisión del celebérrimo tango de Gardel 'El día que me quieras'. ¡Macanudo, ché!