JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 26/02/2012

ELASTIC BAND pusieron el panorama patas arriba hace un par de temporadas: cuando creíamos que estaba ya todo dicho y hecho, demostraron que sí era posible hacer algo distinto. Y tras aquel ejemplar de fantasía e imaginación, y ya sin el efecto sorpresa, han cambiar de rumbo esquivando el "más de lo mismo" con el "controvertido" (en palabras del mismo Pablo Román) disco 'M oo D', que era el que estrenaron el pasado fin de semana en un Planta Baja casi lleno.

Cuidan sus conciertos como sus discos, hechos primorosamente en casa pieza a pieza, sosegada y se intuye que también obsesivamente, y así, cuando se corrió el nuevo telón de la sala, descubrimos un escenario con decoración de cumpleaños feliz: globos, bombas de confeti, estrellas en el techo, máquina de pompas de jabón y el nombre de la banda con una corona de luz al fondo. Todo muy pop.

Novedad (relativa) era la alineación actual, con María Sánchez ya plenamente encajada (aportando una estampa más "cool" que contrasta con el antiguo entusiasmo visual de Daniel Díaz) y en la batería, plaza inquieta en este trío, al menos para esta gira llevan a José Uribe, de Eskorzo. Con el añadido de su álbum de recortes ajenos y otros añadidos de bote, la Elastic Band suena intachable y reproduce al milímetro sus dos complicados discos. No es ajeno a estos resultados la impecable factura vocal de Pablo Román, con un metal de voz eminentemente "british" y un manejo escénico (incluso cuando sobreactúa) inapelablemente estelar: a día de hoy es uno de los mejores cantantes de este país, como poco.

El repertorio mandaba en la instrumentación, así para 'Boogie beach' o 'King of girl' desenfundó su clásica mandolina, sustituida por una espectacular Danelectro de doble mástil para el material más reciente. Un concierto de la Elastic Band es como entrar en una juguetería, con diez años y el uno de enero: ¡todo es colores, todo cambia, todo se mueve, todo suena... todo es fascinante! Tanto que cuesta ubicar tanta información y tan cruzada (anecdóticamente en una critica de su cedé citaban en tres líneas a Morrisey, Nino Ferrer, Iggy Pop, Kinks, Scissor Sisters, Depeche Mode, Human League... uffff).

Con 'Sixx', 'Not there', 'Better than before' pasamos de los luminosos "días del boogie" a las actuales "noches del boogie", rematadas por el swingueante y circense 'The way she move me'. Antes de emplearse con los bises, Román, solo, atacó un ancestral 'Summetime blues', no se sabe si accediendo por la cara histórica (500 millas) o por la mod (The Who), un detalle con perspectiva longitudinal para encarar un final de un concierto que pasó como una exhalación, sensación subjetiva que indica inequívocamente haber vivido una experiencia muy placentera.