ALFONSO SÁENZ  |  Madrid, 23/02/2010

La mayoría del gran público conoce a TETÉ DELGADO por sus papeles en televisión y teatro. Pero aquí no acaba la andadura artística de esta gallega de 45 años. Lleva muchos años en esto de la música y ahora salta a la palestra con Los Ciclones, una banda de rock and roll, al más puro estilo de los 50.

- El vuestro es un estilo bastante clásico y puro. Mostráis claramente y sin tapujos vuestro sentimiento rockabilly y vuestras raíces swing y rythm & blues. Del amplio abanico de referencias que tiene el género, ¿cuál o cuáles han resultado decisivas en vuestra evolución musical?

- Hace años trataba de averiguar por qué a mi amiga Elena, de Orense, le molaban las sevillanas, luego lo entendí ya que a mí me gusta la música de hace 50 años del otro lado del mar. Junta los sonidos rockabilly, blues o swing de los sellos Chess o Sun y salen Los Ciclones. No nos consideramos unos puristas. Mezclamos rythm & blues, rockabilly o incluso semi-rock-pop-brasileña. Sólo tratamos de ser coherentes y tocar la música que nos gusta. Si nos limitáramos al sonido puro y único de los 50, nos perderíamos grandes cosas de la vida.

- ¿Creéis que el rock & roll  podrá sobrevivir 50 años más y vencer a la máquina del progreso?

- La música clásica lleva siglos interpretándose y aún hay gente que acude a los conciertos. Estoy convencida de que siempre habrá "rancios" como nosotros que les guste el rock and roll. Es un movimiento minoritario pero siempre seguirá siendo otra forma de cultura. En nuestros conciertos podemos ver a las nuevas hornadas de rockeros junto a generaciones de gente más mayor. A principios de los 90, unos amigos en Santiago se extrañaban porque todavía me gustaban las guitarras eléctricas. 20 años después me siguen gustando. Ésta es la música que queremos hacer y éste es el sonido con el que nos apetece hacerla.

- Teté, el público te conoce en gran medida por tus actuaciones en teatro o televisión. Supongo que las experiencias que se viven en un escenario y en otro serán diferentes. ¿Qué aplauso te da más gustillo, el del teatro o el de la sala de conciertos?

- De lo que se trata cuando subes al escenario es de conectar con el público. Puede ser a través de un chiste, de un texto o de una canción. Si esa energía rebota no tiene precio. Me gusta mucho hacer televisión y teatro, pero la energía del escenario es especial. Cantando se me va la bola. Como eso no hay otra cosa.

- Llevas trabajando muchos años como actriz, pero tu faceta de cantante de rock and roll ha quedado en un segundo plano. ¿Quién llamó a tu puerta antes, la actuación o la música?

- Cuando tenía 10 años montaba en mi barrio festivales de música, títeres y teatro. En octavo de EGB me metieron en clases de guitarra los sábados por la mañana y yo iba por todas partes con la guitarra. A nivel profesional llamó la tele antes, ya que empecé presentando un programa concurso en la televisión de Galicia. Más tarde me llamó una orquesta de pachanga para cantar con ellos y lo agradecí toda la vida. Ésta fue una auténtica escuela para la vida y para cualquier cosa que precise estar de cara a la gente. Más tarde formé Teté y los Supremos y ahora estoy con Los Ciclones. Realmente nunca he abandonado a la música ni ella a mí.

- Vemos que has sabido rodearte de buenos músicos de r'n'r, que no son nuevos en esto. ¿Tenéis otros proyectos o formaciones?

- Todos los integrantes de Los Ciclones han pertenecido y pertenecen a otras formaciones. El guitarra solista, Isaac González, ha tocado con los Nitemares, los Gigolos o Inlaketch Surf; Guillermo González del Campo toca el contrabajo y ha formado parte de Feberband; el cantante y guitarrista de acompañamiento, Javi Faraón está en Los Faraones; y el batería, Arturo Sanz ha tocado con Faraones o incluso con Wanda Jackson.

- Yo entiendo un concierto rockabilly como una fiesta de baile, sudor, alcohol y sexo por doquier, aparte de muchas otras cosas que jamás me atrevería a imaginar. ¿Cómo suelen ser vuestros conciertos? ¿Acabáis subidos en la barra o algo así?

- Llevamos juntos unos 7 u 8 bolos, de los cuales hemos hecho sólo 2 con Arturo, el batería, por lo que todavía no nos hemos soltado del todo. Pero en los últimos conciertos ya hemos empezado a hacerlo. Guillermo es capaz de tocar el contrabajo como si fuera una mandolina y lo levanta y voltea arriba y abajo. También hemos acabado alguna vez tirados por el suelo. La parte sexual del grupo me la dejan a mí porque tres están casados y el otro tiene novia, así que tengo doble trabajo. Lo que es cierto es que siempre acabamos empapados, como recién salidos de la ducha. Para nosotros tocar es una fiesta.

- Imagino que, como banda de rock and roll, tendréis historias dignas de ser contadas. ¿Cuál es la experiencia más apabullante y paranormal que habéis vivido?

- El primer concierto de Los Ciclones fue en el festival de cine de Cans, pero no el de Francia, sino uno que se realiza en la parroquia de Cans, en O Pourriño (Galicia). Se hace un festival de cortos, se proyectan las pelis en los bajos de las casas y todo eso. Había colegas rockers, músicos, gente joven, gente vieja, de todo. Aquello resultó que te cagas. Una vieja de 80 tacos me dijo que le habían comentado en la plaza de abastos que les encantó el concierto. ¡Las señoras comentaron nuestro concierto en la plaza del mercado! Para mí, esto es triunfar. Ésa es mi experiencia más apabullante, sin duda, desde que estoy con Los Ciclones.

- ¿Cuáles son vuestros próximos proyectos, sueños o delirios?

- Ahora estamos concentrados componiendo temas propios, y en castellano. Nos apetece el castellano ya que tenemos muchas cosas que contar, y así todo el mundo podrá entender lo que decimos. Aparte de esto, tenemos una serie de actuaciones previstas: mañana, día 24, estaremos en Clamores, el 5 de marzo vamos a la sala 37 Grados de Córdoba y el 17 de marzo, tocamos en Ritmo y Compás. Esperamos veros por allí.