ARTISTAS, GRUPOS...:
J.F.Sebastian | James Room & Angry Red | Cosmonauta | Martin Page & The Polaroids
GÉNEROS, ESTILOS...:
Folk-Rock | Acústica | Alternativa | Indie
SALAS, FESTIVALES...:
ContraIndiCanciones | ContraClub | El Sol
SELLOS, DISTRIBUIDORAS, EDITORAS, PROMOTORAS...:
Cosmonauta se mueve como pez en el agua por las querencias indies en canciones como la que da título a su maqueta, 'Confesiones de un hombre bala' y eso les valió el premio.
La final del tercer concurso CONTRAINDICANCIONES para grupos de música en formato acústico, organizado por la sala ContraClub y celebrada el pasado sábado en la sala El Sol, mostró que existen pequeñas joyas escondidas entre las numerosas propuestas que llenan cada noche los escenarios de las salas madrileñas. Tres propuestas de nivel, cada una en su "palo", que van desde lo más indie al folk más americano, pasando por las querencias cabareteras a lo Tom Waits, firmadas por Cosmonauta, Martin Page & The Polaroids y James Room & Angry Red. Por su parte, J.F. Sebastian fueron los invitados de la noche.
Difícil la decisión de otorgar un premio a sólo una de las tres muestras tan distintas y a la vez tan bien llevadas a cabo por parte de sus autores, aunque a la postre se llevó el gato al agua la menos acústica -sobre el papel- de ellas, la de Cosmonauta.
Precisamente el quinteto abrió la final a todo tren y así continuó durante todo el concierto. No podía ser de otra manera. Cada grupo disponía de sólo 15 minutos, y eso se notó en la "espídica" presencia de los concursantes sobre las tablas de la veterana sala de la calle Jardines. En la de todos ellos. Cosmonauta se mueve como pez en el agua por las querencias indies en canciones como la que da título a su maqueta, 'Confesiones de un hombre bala' o 'Desde las escaleras' y eso les valió el primer premio. Merecido. Aunque hubiera sido igual de merecido si se lo hubiera llevado cualquier otro de los finalistas.
Tras ellos, Martin Page & The Polaroids sufrieron, sin duda, esa limitación de tiempo, pues sus canciones, con largos desarrollos instrumentales y con numerosos juegos vocales, necesitan de más de 15 minutos para desplegarse como deben. Abrieron con 'Beautiful One' y prosiguieron con 'A Better Name' y 'That man', desgranando en todos ellos arreglos de cuerdas que, en las manos de Heidy Buffington (violín) y Alba Martín (violoncello), alejan con buen tino el sonido folk-rock de la banda hacia un campo más abierto, en el que dar cabida a curradas melodías.
Pese a no ser nada excesivamente original, la propuesta del tercer grupo en liza, el dúo James Room & Angry Red, sí brilla por su personalísima visión del folk-rock cabaretero que se mira al espejo de Tom Waits. Valor y coraje para un dúo al que le resultó fácil meter a la concurrencia en su juego y hacer que El Sol pareciera un piano bar cabaretero, en este caso un "guitarra bar", para, a través de canciones con el descaro vital de 'Bittersweet Waltz', 'Eyes Gone' o 'Tin Box Man' terminar de fiesta haciendo cantar -en plan "lalalá"- a todo el recinto con 'Comin' Down', un tema que, según el propio James Room, "podría cantar cualquier borracho del mundo".
Lo de J.F. Sebastian es un caso aparte en la variada oferta musical de nuestro país. Aunque para variados, ellos. ¿Qué ocurriría si a un cantante-guitarrista muy en la línea de, por ejemplo, House of Love, pero con querencias vía Dylan, le unimos una banda con la intención fiestera de, digamos, Los Campesinos!, despojándola de toda pose indie y cabiándola por una base folk-rock? ¿Y si los vestimos de hawainanos en plan, ummm, se me ocurre... Surfin' Lungs? ¿Y si, además, les decimos que hagan versiones de todo tipo (pero de todo, todo, Sex Pistols incluidos) y para ello les damos un violín, una mandolina y una especie de batería compuesta de cachivaches, percusiones orientales en plan campanitas y cuencos tibetanos y un par de platos? Pues más o menos eso es J.F. Sebastian. Tal amalgama sale bien parada, salvo en aquellas facetas en las que el potaje se empacha, por ejemplo cuando se meten por estribillos rockeros con el 'I Me Mine' de los Beatles o se embarran en el 'Under Pressure'. Todo mucho mejor, más divertido y certero, no cabe duda, cuando tiran por el palo fiestero tipo The Pogues o se despachan con una buena y movidita versión de Love. Sin duda, es lo suyo (sean versiones o temas propios), y así se vio claramente, con un público saltando a la mínima que el numeroso combo les daba cancha para ello.
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ
Prometemos no ponernos pesados... ;)
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ
Anuncio de Google Ads //// ANÚNCIATE AQUÍ