JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 30/12/2011

Los del barrio de la Alameda de Osuna siguen en su pausada progresión de suma y sigue, si bien tras su triunfo (absoluto) el año pasado en el Festival del Zaidín, llenar completamente la sala El Tren de Granada no ha sido difícil para esta tropa, este año aún más con sus nuevas guerreras de combate. En este caso llegaron escoltados por Zulú 9.30, Sr. Olmo y las vibrantes chicas del Bloco Jemanjá para participar en la fiesta aniversario del Pata Palo. Un concierto que sirvió para ir conociendo el material de 'Play', su nuevo (y muy trabajado) disco, así como sus nuevos guardarropía y gags.

El "diezteto" madrileño ha recuperado a su "director" solista, Ignacio Villamar "Tuli", tercer miembro fundador de Pereza como baterista y ahora saxofonista oficial de "los Glimmer Twins madrileños". Y aunque entre tanto músico su ausencia solista queda bien tapada, su vis cómica y su desparpajo es insustituible en los ALAMEDADOSOULNA (de ahora en adelante "Los Alameda").

No hay otra orquesta (es lo suyo) como ellos en este país, porque aunque formalmente lo que hacen es ska-jazz, en realidad son unas esponjas recogiendo influencias, sea de los Stones (uno echó de menos su inmensa versión del 'My girl'), el spaghetti western o el folclore ruso más "kasachok". Y recortan y pegan con mucha gracia, humor blanco (y de otros colores) y siempre con una sonrisa en la boca, que no hay grupo que se lo pase tan bien como ellos en un escenario. Y eso, se contagia, porque el feeling y el buen rollo chorrea escenario abajo hasta inundar la pista. Son el mejor remido para las penas: ¡menos Prozac y más Alameda!

Con una puesta en escena agilísima y muy dinámica, llena de vertiginosas coreografías, buenhumorados gags que deben tanto a los surreales Monty Python como al realismo hilarante de Les Luthiers, ofrecen una gran capacidad de comunicación y empatía: al muy poco rato las sonrisas eran las mismas en ambas direcciones. Sus personajes ayudan también al desternille: el borracho de ego de 'Encantado', el superhéroe delirante de 'Bioman', el vitalista impenitente de 'Optimista' (sobre un ritmo que es veneno para los pies), el viborillas de 'Porfavor' o la castigadora de 'Punhit' (magnifico el registro vocal autoritario y profundamente negro de Rebeca Gismero). En 'Play' se han vuelto más serios y analíticos: "la bala no es mala, lo que mata es su velocidad" cantan en 'Pierde gracia' y bien cierto que es.

Pero al margen de su comicidad cómplice, hay que señalar que son unos formidables músicos (buena parte de ellos son profesores de música o tocan en circuitos de alto nivel) que dan forma a una nutrida y muy compacta sección metálica de centelleantes y vigorosas ejecuciones, quedando el resto para la cosa del ritmo a cinco pares de manos, con sus correspondientes tiempos para la improvisación en primera persona. El SAS estudia prescribirlos sin receta para levantar el ánimo este nuevo 2012.