JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 15/11/2011

La gran mayoría de españoles conocimos al maestro de Malí a partir de su colaboración con Ketama para el disco 'Songhai', un feliz encuentro entre culturas distintas en el que participó también el gran contrabajista Danny Thompson (en el segundo volumen sería ya Javier Colina). Este disco trajo a TOUMANI DIABATÉ por primera vez a Granada para presentarlo en las Capitulaciones de Santa Fe, cuando este festival aspiraba a ser lo que nunca le dejaron ser: la gran cita étnica andaluza (ahora en Sevilla) y no la programación de feria que ahora es.

Diabaté pertenece a una larguísima estirpe de tocadores de Kora, instrumento de tradición mandinga cercano al arpa con cuerpo de calabaza (con el balafón, seña de identidad del sonido centroafricano) que permite al que lo usa ser solista y acompañante al mismo tiempo. Un instrumento que aprendió a tocar con su padre (como él ahora ha enseñado a su hijo) y que ha fascinado a numerosos músicos de otras latitudes musicales, no sólo los hermanos Carmona, que repitieron experiencia años después, sino curiosos e investigadores como Taj Mahal, Jackson Browne, Roswell Rud, Björk o Bonnie Raitt. También se le pudo escuchar a menudo junto a Ali Farka Toure, el John Lee Hooker africano, con el que cosechó su último Grammy.

Diabaté empezó su aprendizaje con la kora a la edad de cinco años cuando perdió la movilidad de una pierna por una enfermedad. Hizo su primera actuación en público ocho años más tarde con el Conjunto Koulikoro en la bienal de Mali, donde ganó el primer premio en la categoría de Mejor Orquesta Tradicional, con ellos recorrió Gabón, y llegó a Francia en 1983 acompañando a la gran cantante jeli Kandia Kouyaté, donde comenzó su definitivo despegue internacional con el proyecto 'Songhai'. Dos inolvidables discos coordinados por Joe Boyd y el inolvidable Mario Pacheco, quien buscaba "un sonido acústico capaz de sonar en el Rastro y en el bazar Rosa de Bamako. Que paseará en "walkman" por la Rambla y Times Square y que será música de fondo de un 'Informe Semanal' sobre la sequía de África o el París-Dakar o la Feria de San Isidro".

Tras aquellas grabaciones de referencia, entre otros discos tan renombrados como los realizados con Symmetric Orchestra, ('Boulevar de l'independendance' por ejemplo) bajo la dirección de Pee Wee Ellis, hay que reseñar su participación en el que debiera haber sido el original 'Buenavista Social Club', encuentro afrocubano frustrado en su momento por razones administrativas (aunque nadie se quejó del éxito final), y que por fin se ha hecho realidad este año para felicidad del productor Nick Gold, dueño de World Circuit, bajo el nombre de Afrocubism. El mano a mano entre Diabaté y Elíades Ochoa salió de gira este verano por los festivales españoles, aunque, una pena, no llegó por este Sur.

Toumani mantiene una fundación dedicada a las minusvalías motoras, abrió un estudio de grabación en su Bamako natal para que sus vecinos músicos pudieran hacer discos, y entre los reconocimientos que más le enorgullecen está su nombramiento como embajador honorífico de la lucha contra el sida por las Naciones Unidas.