REDACCIÓN  |  Madrid, 21/10/2011

Únicamente por dos días, 29 y 30 de octubre, podremos asistir en La Casa Encendida de Madrid a las representaciones de 'MATERIA PRIMA' de La Tristura -Itsaso Arana, Pablo Fidalgo, Violeta Gil y Celso Giménez-, compañía madrileña que empiezan a trabajar en el año 2004. Formados en el ámbito teatral han centrado sus trabajos en la investigación de nuevos lenguajes escénicos a través de la creación de mundos propios y de un uso cuidado de la palabra. Este proyecto es el resultado de un largo estudio sobre la herencia, la educación y el futuro que culmina en esta pieza, 'Materia Prima', estrenada el pasado 11 de agosto en el Teatro Romano de Sagunto, dando fin a la llamada 'Trilogía de la Educación Sentimental'.

Siguiendo su camino de investigación en el área de las artes escénicas y el marcado discurso intergeneracional de sus trabajos, La Tristura comienza una nueva etapa en su proceso de creación, en el que cede el contenido autobiográfico y el testimonio generacional de 'Actos de Juventud' a cuatro niños nacidos más allá del año 2000. 'Materia Prima' nace a partir de algunos materiales de 'Actos de Juventud' interpretados por cuatro niños de nueve años.

Según La Tristura, "ningún adulto puede mirar con impunidad una infancia. Su presencia nos amenaza porque, a pesar de tanta belleza, el futuro que les espera es nuestra propia vida: un puñado de nervios, rígido y pesado. Estar delante de uno solo de estos cuatro niños durante todo un año es como mirar el mar o el fuego. No son nuestros hijos, no son nuestros amigos, no son nuestros actores".

Y añaden: "Durante todos estos meses hemos acordado tratarnos como si fuésemos la misma persona en momentos distintos. Un sencillo juego de manos, un pequeño viaje en el tiempo. En un mundo que se esfuerza por vivir de espaldas a la muerte, los sueños son siempre más atractivos que cualquier realidad. Estos niños te permiten vivir todo el tiempo agarrándote a un sueño, a algo mejor que está por llegar".

¿Sobrevivirán los niños a sus sueños?

Al describir la pieza y la idea que la encierra, La Tristura va más allá: "Tratar a los niños como objetos preciosos que deben ser resguardados del mundo y del dolor, es un ejercicio absurdo. Aquí tenéis cuatro personas de 10 años, no hay nada que proteger. Ellos viven inspirados, viven en su imaginación. No son ellos los extraordinarios. Eres tú quien ya no sabe quién es. ¿Sobrevivirán ellos también a su propia potencialidad? ¿Sobrevivirán ellos también a sus sueños? Eso ha sido para nosotros este trabajo, una forma de sobrevivir al tiempo, el definitivo final de nuestra juventud. ¿Qué saben de esto estos cuatro niños, nacidos en 2001? ¿Han tomado alguna decisión? ¿O ha sido todo decidido por ellos? Cuando uno está creciendo está obligado a poner toda su fuerza en eso. Imagina que nosotros también pudiéramos seguir creciendo. Convertirnos en gigantes al final de nuestras vidas. Es posible que dentro de cientos de siglos, finalmente, aprendiéramos a vivir mejor".

La creación y el texto de la pieza es de Itsaso Arana, Pablo Fidalgo, Violeta Gil y Celso Giménez, mientras que la interpretación corre a cargo de los jóvenes Ginebra Ferreira, Gonzalo Herrero, Siro Ouro y Candela Recio. El diseño de iluminación es de David Benito y Eduardo Vizuete.