JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 10/07/2011

Con su primer álbum, 'Labuat', entró directamente en las listas de ventas de los discos más vendidos. La voz y los ojos azules siempre con las largas encendidas de la jienense Virginia Maestro fueron los primeros argumentos de Labuat, y por detrás estaban marcas tan dispares como los de (¡yuyo!) Risto Mejide y The Pinker Tones. A estas alturas no se sabe si haber ganado una edición (cualquiera, porque es lo de menos) de OT es una ayuda o todo lo contrario, en cualquier caso la menudísima Virginia hace todo lo posible para que ambos pasados, el de su primer disco y el del concurso, sean ya remotos.

En los conciertos grandes va con banda, los trotados The Maybe Sundays, pero a la fiesta de presentación del Festival de Blues de Cazorla (sí, de Blues, donde tiene reservados dos conciertos) se acercó sola, y sin ganas de hacer concesiones, pero cero. La mayor parte de la hora muy larga de su concierto, sentada y aterida de frió, fue en inglés y sin complacer ni media petición, sacando de su fragilidad una voz juguetona y con ganas de subir por la escalera de agudos.

VIRGINIA LABUAT había llevado a la Alexis Viernes de Santa Fe a numerosos (¿ísimos?) seguidores/as que abarrotaron la amplia terraza del restaurante, que la jalearon y la acompañaban con palmas y percusiones en las mesas; desde luego lo parecía, pero no estaba sola. Tampoco lo estuvo después, ya que se animó con los fantásticos Chiken Congress y a la hora de los bises acordaron hacerlos juntos. Debió de ser la foto de la noche ya que, bien secundada, el personaje debe sacar uñas, diez, y arañar. En acústico, con su guitarra y su gracia natural, la de Linares se asemeja más a una cantautora anglo de las que florecen tanto hoy en día (¿Russian Red?... ¿Margaret Astor?...) con el atractivo de la (falsa) indefensión y la fortaleza de un largo árbol genealógico, del que ella tira en ocasiones cuando está lejos del mundanal ruido catódico: "desde niña me gustaron los Beatles"... y canta 'From me to you', y "aprendí esto con Ray Charles"... antes de hacer 'You don't know me'.

Alternó los "covers" completamente deshuesados con propias como 'Under my skin', 'Circus' o 'Run To you', material juguetón y muy "Ronette". Para que quedaran claras sus intenciones cerró la actuación con el mítico 'Bring it on home', más cerca de la sensualidad melosa de Sam Cooke que del estruendo de Led Zeppelin y tantos otros que la hicieron. Bienvenida a la casa del blues.