REDACCIÓN  |  Madrid, 02/07/2011

El gran saxofonista sueco JOAKIM MILDER (en la foto) actúa este jueves, 7 de julio en el Bogui Jazz madrileño y, al día siguiente, viernes 8 de julio, en el Festival de Jazz de Ezcaray, con el que dará comienzo una nueva edición del festival riojano. Junto a él, otros dos músicos nórdicos de pedigrí como THOMMY ANDERSSON y MARTIN ANDERSEN.

El repertorio del trío tiene sus raíces en el jazz nórdico, pensativo y explosivo a la vez. Los tres integrantes aportan sus propias composiciones y mezclan con fluidez y una singular atención al material melódico con un altísimo nivel como instrumentistas.

Joakim Milder debutó en 1988 con 'Life In Life' y recibió el disco de Oro como mejor álbum del año del jazz sueco de Orkesterjounalen en 1990 por su segundo álbum, 'Still In Motion'. Además de ocho cds en su propio nombre, ha grabado más de 80 discos con figuras como Red Mitchell, Paul Bley, Stanko Tomasz, Madsen Katrine, Marcotulli Rita, Lyall Chick, Lars Danielsson, Danielsson Palle, Lindberg Nils, Lina Nyberg, Georg Riedel y Bobo Stenson. Lleva su propio sello discográfico, Apart Records, desde 2003.

Los otros dos componentes de este trío escandinavo son su compatriota, el sueco Thommy Andersson al contrabajo, y el batería danés Martin Andersen. Llevan trabajando juntos doce años como base rítmica (diez de ellos con la New Jungle Orchestra en Copenhague) y por tanto tienen una compenetración especial. Han grabado con y acompañado a muchos solistas, entre ellos Yousef Lateef, Ray Anderson y John Tchicai. Por Madrid han pasado juntos con la NJO y también con la cantante Caroline Henderson y el pianista americano David Kikoski.

Joakim Milder nació en Estocolmo en 1965. Se crió en un ambiente familiar donde la música era el denominador común, ya que tanto su padre, su madre y varios hermanos se dedicaban al mundo musical. Al principio mostró poco interés por la música, pero de forma repentina se quedó prendado de ella y así continúa hasta ahora. Desarrolló un estilo musical muy personal en su forma de tocar el saxofón y su afán ha sido siempre el de comunicar todo lo que él siente a través de su instrumento. Oye a Coltrane y no imita su sonido sino que lo transforma desde su interior y lo plasma con su estilo tan personal. Según sus propias palabras, "la música debe ser creada para comunicar algo, de lo contrario, no tiene interés para mí".

Ha aprovechado todos sus conocimientos e influencias musicales hasta lograr su carácter distintivo que lo hace tan interesante y peculiar. La música clásica es una de sus férreas fuentes de inspiración.