JUAN JESÚS GARCÍA  |  Granada, 23/03/2011

Fin de semana de alto octanaje en Granada. La sala El Tren ha presentado un paquete de bala gruesa para que la cándida primavera llegue sabiendo con quien se juegan los cuartos. Y si el paquete formado por los tenebrosos ELECTRIC WIZARD (junto a Monkey Priest y Cabeza de Caballo) y HAMLET (en la foto) no fuese suficiente para dejarse de florecillas y hormonas, apuntillaron esta bienvenida con los potentísimos daneses de Nmic y sus escoltas Tribal y Kaloba.

Aunque no le guste al guitarrista Tárrega, para tiempos duros, nada más recomendable para "fogar" que música dura, y como dijo el ministro Maravall "cuanto más dura mejor" ¡y era de educación!

Electric Wizard se han especializado en el sonido de los primeros discos de Black Sabbath (donde inspiraron el nombre incluso), esa ralentizada oscuridad subgrave de disco de vinilo a 45 girando a 33 revoluciones por minuto. Sonido hipertrofiado y adiposo que fue justo el punto diametralmente opuesto en el espectro metálico a la agilidad de unos Hamlet que volvieron a llenar la Tren. Algunos cambios de formación desde su última visita a la sala han rejuvenecido la línea frontal, territorio propiedad absoluta de su cantante, Molly, animado desde el lateral por su "celebriti" novia Pilar Rubio iluminando el escenario con esos los espectaculares ojos antiniebla que usa (con perdón, momento rosa: las agencias del corazón les persiguieron este fin de semana para conseguir fotografiar la casa que tienen en Granada). Pero si la comunicación es patrimonio de Molly (tan metido en su rol eléctrico que se cayó dos veces en el foso de los fotógrafos, y desde esa altura no se sale, se resucita) y el calambre corresponde a Tárrega, la solidez mítica de esta banda, es responsabilidad absoluta del batería Paco Sánchez de una exacta pegada de picapedrero que pone todo en su sitio.

Hamlet estuvieron históricamente en el lugar justo en el momento adecuado, salieron a la cola del viejo Metal madrileño y se pusieron a la cabeza del nuevo (incluso antes de que se iniciaran los Deftones) despachando tres discos de oro (superando los 150.000 ejemplares vendidos, cosas que pasaban antes), que eran los que ha retomado ahora para esta gira "de oro". Uno los recuerda en el Espárrago en esa época con mayor potencia de veta, ahora este material se retoma con más nervio y fibra, vitalidad que actualiza el audio de un repertorio (de letras muy combativas y algo pedestres por cierto) donde despuntan 'Odio', 'No me arrepiento', 'Tu medicina', 'Habitación 106', por ejemplo, y que remacharon con el grito de guerra 'J.F', un estribillo con un futuro de aplicación inmediata una vez pasen las próximas elecciones.