JUANMA CANTOS  |  Madrid, 12/03/2011

¿Qué se le puede pedir a un concierto de un grupo concebido para el baile? Entrega y ganas de los músicos, buenas canciones, buen ambiente, y, por supuesto, poder pasarlo bien, e incluso, si se puede, hasta bailotear. Eso definió la presencia de los neoyorquinos de HERCULES AND LOVE AFFAIR en la Joy Eslava de Madrid, dentro de la iniciativa Girls Allowed. No es que su nuevo disco, 'Blue Songs', haya cumplido las expectativas marcadas por su imponente debut, pero se deja querer. Y mucho más su directo, una auténtica fiesta que pone a bailar hasta al más "soso", si bien ya no es el espectáculo de giras pasadas y se acerca ahora más al concepto de mero dj acompañado por cantantes.

Los de Andy Butler lo tienen claro y apuestan por el baile, cómo no: Empalman las canciones sin dar descanso, intercalan hits con elegancia (pese a dejar sus temas bandera para la despedida), creando una pista de baile dentro y fuera del escenario.

Tres cantantes, cada uno con un rol: Kim Ann Foxman aporta el toque más cercano al hip-hop, la en esa noche escayolada en una mano Aérea Negrot coloca el aderezo de latinidad a la mezcla, mientras que Shaun J. Wright aporta una guinda de locura gay muy de agradecer, con su turbante y ese baile a lo Madonna.

Subieron la presión de los beats, entre house, reminiscencias al disco de los ochenta (rememorando incluso a Mel & Kim con 'Showing Out (Get Fresh At The weekend)') gracias a trabajados samples y al Mac del Meat Beat Manifesto Mark Pistel que llega a sonar a vintage, creando atmósferas sugerentes y cálidas. La cosa decaía sólo cuando la enjuta Kim Ann Foxman se hacía con el micro, pero se levantaba, y de qué manera, cuando era Aérea Negrot la que se acercaba al centro del escenario y encendía a los asistentes. Se nos hizo corto.