MIGUEL ANTONIO HURTADO  |  Madrid, 12/02/2011

Como si de la campa de la Universidad Complutense se tratara, lleno de estudiantes y con bocatas a 4,50 euros, la sala Rockitchen abría sus puertas, dentro del ciclo del Pop & Dance Club de Madrid, a los catalanes HIDROGENESSE y a los vascos DELOREAN.

Hidrogenesse puso en escena su technopop con tintes ochenteros apoyados en el vocoder de Genís Segarra y el pad de percusión de Carlos Ballesteros. Con estética carnavalesca y sus perfilados bigotes (Carlos de rapero de barrio y Genís de lo más drag queen, con su rostro oculto bajo una cortina de trenzas perladas que lo hacían imperceptible) sacaron de su sintetizador y guitarra lo más granado de su repertorio electropop festivo e irónico de corte "friki" como 'Caballos y Ponis', 'Los Perezosos', 'Schloss', 'Hidroboy', 'Eres PC, eres Mac', 'Estafa' (coincidiendo con Malcolm McLaren en subrayar el gran timo del rock'n'roll), 'Dos tontos muy tontos', 'No hay nada más triste que lo tuyo' (descrita por ellos como "la canción mas bonita de la noche"), 'Vuelve conmigo a Italia', 'Disfraz de Tigre' (sin duda alguna la más "radiofórmula"), 'Así se baila el Siglo XX' (la más bailada), 'Tazas de Té' (emotiva versión del fallecido Dinarama, Carlos Berlanga), 'El poder de mis tejanos', 'A-68'. También tuvieron su espacio los temas de reciente creación, como 'El artista' (crítica del relativo valor del arte y de la burla en que se ha convertido una parte de este sector) y 'A los viejos' ("estamos hartos de la juventud y admiramos a los viejos"). Como cierre a estos animados chicos, la sacada del baúl de los recuerdos ("la canción más Delorean de Hidrogenesse", según ellos mismos) 'Échame un kiki amor'.

Tras el prolongado teloneo de Hidrogenesse era el momento de ocupar la escena por los internacionalmente reconocidos electropop Delorean. Comenzaban su andadura mostrando lo mejor de último disco, 'Subiza', con sus sintetizadores arrolladores y enloquecidos, guitarra cañera, bajo de sensación y batería enérgica. Si 'Real Love' era el comienzo de la delirante fiesta rave de temas tan arrolladores como kilométricos, plagados de samplers y de potencia, 'Deli' y 'Stay Close' hacían las delicias de un entregado público fan incondicional de los de Zarautz. Con 'Seasun' cerraron la escasa hora de concierto en lo que nos pareció, más que un final premeditado, un problema técnico en los sintetizadores. Calidad sin duda, pero quizás le falte algo de chispa a este ya consagrado grupo para sacar su directo de ser un espectáculo muy plano, a pesar de estar concebido para el baile.